miércoles, 3 de junio de 2015

Respuesta al profesor R. Weiss por el doctor V.F. Turner




theperthgroup.com/EMAILCORR/vftweiss.html
(REPLY TO PROFESSOR R WEISS BY DR. VF TURNER OF THE PERTH GROUP)


RESPUESTA AL PROFESOR R. WEISS POR EL DR. VF. TURNER DEL GRUPO DE PERTH

21 de julio de 1999

Estimado profesor Weiss,

Los científicos deberían ser especialmente exhaustivos con las hipótesis. Una hipótesis debe explicar y predecir todo. Por ejemplo, la teoría del VIH tiene que explicar por qué, en los países occidentales, el VIH-sida se ha mantenido en los grupos de riesgo originales. Se afirma que el VIH-sida se propaga principalmente por contacto sexual de un tipo u otro, y que "todo el mundo está en riesgo" de "un virus que no discrimina". Sin embargo, las prostitutas que no son drogadictas no están infectadas por el VIH. En Australia, por ejemplo, una década después del comienzo de la era del sida, el número de prostitutas infectadas por contacto sexual, a pesar de estar en "grave riesgo de infección por VIH", era cero. En 1994, Manaloto reportó su "Historia natural de la infección de VIH en mujeres filipinas profesionales del sexo". Durante siete años, resultaron ser positivas 72 de 53,903 (0,01%), y "el uso de drogas por vía intravenosa se negó en todos los casos". Podemos dar un paso más y examinar un caso en donde podemos estar seguros acerca de relaciones sexuales sin protección en los heterosexuales, es decir, en los bebés recien nacidos. De nuevo en Australia, en 1989, un estudio que testeó 10.217 muestras de sangre de recién nacidos, no encontró ningún bebé positivo al VIH, y por tanto presumiblemente tampoco ninguno de sus madres o padres. Estos datos son apoyados por el "estudio de diez años de parejas heterosexuales (1986-1996)" de Nancy Padian y sus colegas. Hubo dos partes en este estudio, una transversal y otra longitudinal. De las parejas masculinas VIH negativas de 82 casos de mujeres positivas, solamente dos resultaron VIH positivo, pero bajo circunstancias consideradas ambiguas por Padian. En el estudio longitudinal, a partir de 1990, se siguieron 175 parejas serodiscordantes durante aproximadamente 282 años. En un principio, un tercio utilizaba condones regularmente, y en los seis meses antes de la última visita de seguimiento, un 26% de las parejas no utilizaba condones regularmente. No hubo seroconversiones, incluyendo las 47 parejas que no usaban condones regularmente. Basándose en los 2 de 82 hombres que llegaron a ser positivos al VIH en la primera parte del estudio, se reportó que el riesgo de un hombre no infectado de su pareja femenina positiva al VIH estaba en el orden de 1 contra 9.000 en cada contacto. De esta estadística, se puede calcular que, en promedio, un hombre necesitaría tener 6.000 contactos sexuales con una mujer infectada para tener un 50% de probabilidades de convertirse en seropositivo. Si la relación sexual comenzara a los 20 años, y con un promedio de tres veces por semana, esto llevaría toda la vida. Si los hombres heterosexuales se infectan tan inusualmente, ¿cómo llegan a infectarse las mujeres heterosexuales?

A pesar del hecho de que los expertos VIH-sida afirman continuamente que la epidemiología prueba que el VIH causa el sida, en mi opinión los datos epidemiológicos son incapaces de demostrar nada. Pero esos datos podrían ser científicamente útiles cuando son inconsistentes con las predicciones de una determinada teoría, como los datos anteriores ilustran ampliamente. De este modo, en mi opinión y la de nuestro grupo, a menos de que contemplemos propiedades extraordinarias de un supuesto agente infeccioso, es obligatorio que los científicos pongan en duda la teoría del VIH del sida. O, como Simon Wain-Hobson dice rotundamente, "el trabajo de un virus es extenderse. Si no te extiendes, estás muerto". No puedo estar más de acuerdo. Inevitablemente, un ejercicio de este tipo conduciría al Homo Sapiens a cuestionar que es lo que están midiendo los test de anticuerpos y genómicos. ¿Cómo se han determinado sus especificidades para un agente infeccioso singular y qué son? Dado que estos tests pretenden utilizar las proteínas del "VIH" y el ARN (ADNc) como reactivos de diagnóstico, y puesto que los virus son cultivados obligatoriamente en células en las que se esperaría encontrar cientos, si no miles, de proteínas celulares, ARNs y ADNs, se debería esperar allí que haya pruebas de que el VIH ha sido purificado. De lo contrario, sería imposible afirmar que ciertas proteínas, ARN y ADN son los componentes únicos de un retrovirus VIH. Sin embargo, los datos de Montagnier, Bess y Gluschankof, todos expertos protagonistas del VIH, demuestran que no ha habido ese VIH purificado y, según usted, "la purificación no es particularmente importante" y Montagnier tenía razón para "decir que no era virus purificado". Siendo este el caso nos quedamos preguntándonos sobre qué base los científicos como usted aceptan que existe tal retrovirus VIH. Esto, por supuesto, es lo que usted y yo estamos actualmente debatiendo. Estoy seguro de que al menos estaremos de acuerdo en que sin el VIH no puede haber teoría del VIH.

Puesto que su definición y comprensión especialmente, pero no solamente, de purificación, aislamiento, virus y clonación viral son diferentes a las mías, sé que estaríamos teniendo un diálogo de sordos. Donde parece que estamos de acuerdo es en la importancia de las cuestiones médicas, aunque parece que estamos en desacuerdo sobre qué constituye exactamente estas cuestiones médicas. Usted afirma: "Veo la cuestión de la purificación bastante estéril, y sin relación con los asuntos de propósito médico". Sin embargo:

(a) durante más de 15 años:
(i) al mundo se le ha hecho creer que Barré-Sinoussi, Montagnier y sus colegas habían probado la existencia de un retrovirus singular, el VIH, mediante su purificación utilizando "gradientes isopícnicos";
(ii) en 1997 Montagnier admitió que la banda de 1,16 g/ml en sus gradientes isopícnicos, en donde afirmaban que tenían probado el tener "virus etiquedado purificado", ni siquiera contenía partículas de aspecto retroviral. Sin embargo, este virus "purificado" se acepta como la causa de la peste negra del siglo;
(iii) en el nombre del virus cientos de miles de individuos han muerto y las vidas de millones de personas se han visto afectadas directa o indirectamente.

¿No se trata seguramente de asuntos de importancia médica?

(b) Según Montagnier "el análisis de las proteínas del virus requiere producción en masa y purificación. Es necesario hacer eso. Y ahí debo decir que hemos fallado parcialmente". De hecho, me atrevería a decir que Montagnier falló totalmente, ya que las proteínas y el ARN que él y sus colegas llamaron proteínas y ARN del VIH se tomaron de un gradiente isopícnico (la banda de 1,16 g/ml) que llamaron "virus etiquetado purificado", pero en la cual, incluso después de un "esfuerzo romano", no pudieron ni siquiera encontrar partículas con la "morfología típica de los retrovirus", mucho menos partículas retrovirales, y aún menos un retrovirus específico, el VIH. La afirmación de que algunas de las proteínas en este "virus etiquetado purificado" son las proteínas del VIH desafía no solamente al razonamiento científico, sino también al sentido común. Esto es como si un pescador afirmase haber procesado una captura de una especie totalmente nueva de pescado en proteínas de pescado singulares, cuando su red contenía cualquier cosa menos objetos con "aspecto de pez", o yo como cirujano ir a una sala de operaciones donde hay muchos tipos de animales, pero que ninguno parece humano, extraer unos pocos corazones y riñones, transplantarlos en humanos en una sala de operación adyacente, y afirmar que los órganos transplantados eran de origen humano. Sin embargo:

(i) En el nombre de una de estas "proteínas del VIH", la transcriptasa inversa (basándose solamente en la detección de la misma muchos investigadores publican artículos proclamando el "aislamiento del VIH"), cientos de miles de individuos han sido tratados durante más de 10 años con drogas tóxicas;
(ii) En el nombre de otra de estas "proteínas del VIH", la proteasa, en los últimos años se han utilizado "cócteles" de drogas aún más tóxicos;
(iii) Desde 1984, en nombre de otra "proteína del VIH" más, la gp120, se han gastado cientos de millones de dólares para desarrollar una vacuna que se dice será especialmente útil en los países en desarrollo, donde la mayoría de los casos de sida son tuberculosis. Es la primera vez en la historia de la medicina que una vacuna basada en una proteína que se dice que es una proteína retroviral, pero que nunca se ha mostrado como un constituyente de ni siquiera una partícula de aspecto retroviral, va a ser utilizada para prevenir una enfermedad causada por una bacteria.
(iv) En el nombre de un test de anticuerpos que utilizan estas proteínas del "VIH" como antígenos, a millones de personas se les ha dicho que están infectadas con un retrovirus letal;
(v) Un tramo de ARN (o su ADNc), que nunca se ha demostrado que sea un constituyente de ni siquiera de una partícula de aspecto retroviral, mucho menos de un retrovirus, se utiliza como una sonda de hibridación y un cebador PCR para probar la infección con un retrovirus que se afirma ser mortal, y de hecho para cuantificarlo.

¿No se trata también seguramente de asuntos de importancia médica?

Para los médicos como yo, situado entre los científicos de laboratorio y los pacientes, el significado del test de anticuerpos y la "carga viral" son de suma "importancia médica". Y si son conscientes o no, para hombres homosexuales, drogadictos, hemofílicos, receptores de transfusiones de sangre, mujeres embarazadas y sus hijos, y todos sus familiares, estos son también asuntos de extrema "importancia médica".

Que yo tenga conocimiento hay dos grupos de "drogas antirretrovirales": los inhibidores de la transcriptasa inversa, que se dice que evitan la transcripción inversa del "ARN del VIH" en "ADN del VIH", y los inhibidores de la proteasa, que se dice que convierten a las partículas en no infecciosas. En otras palabras, el efecto de ambos grupos de drogas es disminuir la síntesis de "ADN del VIH" nuevo, es decir, disminuir la cantidad de provirus. Puesto que ninguna de las "drogas antirretrovirales" utilizadas hasta la fecha tiene ningún efecto en la transcripción de "ADN del VIH" en "ARN del VIH", una disminución de la última, la "carga viral", debería siempre estar precedida por una disminución de la primera (el "peso viral"). Este no es el caso. Mientras que muchos estudios informan de que el tratamiento antirretroviral disminuye la carga viral de millones a niveles indetectables, el "ADN del VIH" permanece constante. En un estudio publicado este año, "de 34 pacientes en terapia de combinación que tenían niveles de ARN de VIH-1 de plasma de menos de 200 copias/ml, el virus competente de replicación se aisló" en 32 (94%). En estudios longitudinales, se mostró que la frecuencia de aislamiento no dependía de la duración de la terapia de combinación o del momento en que se inició. Compárese esto con la frecuencia de 37% de aislamiento de los mejores laboratorios del VIH de pacientes no tratados, en un estudio de la OMS de 1994. Esto puede explicarse por uno o más de lo siguiente:

(a) La teoría proviral está equivocada, es decir, no hay relación entre el "ADN del VIH" y el "ARN del VIH";
(b) Bien el "ADN del VIH" o el "ARN del VIH" o ambos no tienen nada que ver con un retrovirus;
(c) Las drogas no tienen efecto antirretroviral, solamente enmascaran la medida del "ARN del VIH".

Me atrevo a decir que su entusiasmo actual por "una combinación de medicamentos antirretrovirales" solamente es comparable con su entusiasmo anterior por el AZT. Sin embargo, hay por lo menos dos razones por las que este medicamento nunca debería haber sido introducido en la práctica clínica y que su uso continuado debería abandonarse. En primer lugar, y ante todo, la farmacología del AZT demuestra más allá de toda duda razonable que el AZT no puede actuar como un inhibidor de la transcriptasa inversa, finalizador de la cadena de ADN. En segundo lugar, incluso antes de la era del sida se sabía que el AZT era muy tóxico.

El estudio Concorde, el único estudio clínico verdaderamente ciego, ha confirmado las afirmaciones de John Lauritsen y Peter Duesberg de que el AZT, en lugar de salvar vidas puede ponerlas en peligro.

En otro estudio publicado este año por investigadores italianos, los autores siguieron, durante los primeros tres años de vida, niños seropositivos al VIH nacidos de madres que bien recibieron o no recibieron tratamiento con AZT. Los dos grupos de niños eran similares con respecto a todas las variables (año de nacimiento, estado clínico de la madre, peso al nacer y tratamientos), excepto la edad al comienzo de la quimioprofilaxis de PCP, que se llevó a cabo más pronto en los niños que nacieron de madres que tomaban AZT. Encontraron que los niños nacidos de estas madres "tuvieron una mayor probabilidad de desarrollar una enfermedad grave" (57,3% frente a 37,2%), o supresión inmune severa (53,9% frente a 37,5%) y una menor supervivencia (72,2% frente a 81%)".

Teniendo en cuenta estos resultados cualquier científico desinteresado, clínico, profano o incluso político aconsejaría contra la administración del AZT a mujeres embarazadas, pero no los expertos VIH-sida. Los autores de este estudio concluyeron: "Los hallazgos podrían sugerir la necesidad de acelerar el diagnóstico de VIH-1 en recién nacidos de madres tratadas con ZDV, y llevar a cabo una terapia antirretroviral agresiva en aquellos que estén infectados" y "no debería ser mal interpretado como una razón para no usar profilaxis ZDV, que es eficaz en la prevención perinatal de la infección VIH-1". Sin embargo, como los autores de este estudio afirman, "Existe una fuerte asociación entre la alta carga viral materna y un mayor riesgo de transmisión", y dado que ninguno de los numerosos estudios llevados a cabo hasta la fecha ha demostrado una disminución en la carga viral mediante el AZT, se deduce que el AZT no puede inhibir la transmisión materna. A la vista de estos datos, las conclusiones y recomendaciones de los autores ilustran ampliamente hasta qué punto algunos científicos se esfuerzan en no cuestionar la teoría del VIH. Si usted puede dar alguna otra explicación racional, estaría muy agradecido de escucharla.

Según el profesor Brian Gazzard, presidente de la Asociación Británica del VIH, el tratamiento con monoterapia de AZT es "ridículo". Sin embargo, no solamente la monoterapia de AZT es prescrita a las madres, sino que las madres que se oponen a este tratamiento para sus hijos son amenazadas con quitarles la custodia de los mismos. Sus entusiasmos por la terapia de combinación no es compartida ni por los médicos que la prescriben ni por el hombre "profano" gay que la toma. "Según los médicos se aventuran en fronteras todavía más salvajes del tratamiento del VIH, el gran experimento con las terapias de combinación, llamada Terapia Antirretroviral de Gran Actividad, o TARGA, está yendo hacia adelante sin ningún dato. Nadie hace ningún seguimiento". Al parecer, uno de los pocos médicos, si no el único, que trata de dar algún sentido al TARGA es Michael Saag, que supervisa la investigación y el cuidado de más de mil pacientes de sida en Birmingham, Alabama. "En un año, 157 de los pacientes de Saag tomaron colectivamente 189 fórmulas de fármacos distintas, con solamente tres pacientes tomando la misma combinación de medicamentos TARGA ... a pesar de esta atención médica rigurosa e individualizada, Saag dice que "el TARGA ya tiene fallos y hay alto riesgo de que se derrumbe por completo ... Se están produciendo muchos fallos".

Según el doctor Wafaa El-Sadr, del Hospital Harlem, "no hay que ser muy negativo para llegar a cualquier conclusión, menos aleccionadora, incluso sombría" respecto al TARGA. Permítame citar a algunos hombres homosexuales, quienes, a diferencia del valiente Jodi Wells y los igualmente valientes y bien informados editores actuales de Continuum, no niegan la existencia del VIH. "Cualquier cosa que me dan, sospecho que simplemente me crearía más efectos secundarios, para entonces fallar tras solamente unos pocos meses, dejándome en incluso peor estado de lo que estoy ahora. Según mis doctores, la terapia no está haciendo nada, y esto es lo que les asusta más ... Por tanto, cuando te dicen que todo está bien, podrían estar haciendo menos por ti que por ellos mismos" (Stephen Gendin POZ Magazine, enero de 1999). "Ninguno de nosotros diría que el tener acceso a la mejor información científica disponible en cada paso del camino nos haya ayudado particularmente ... el juicio profesional ha estado constantemente fuera frente a las pruebas. Vamos a tener que repensar todos". Saag está de acuerdo: "No sabemos lo que estamos haciendo, estamos siendo arrogantes. Tenemos que ser científicos en cada paso del camino, y hacer lo posible en buscar lo que es la realidad". Si las afirmaciones de la auténtica realidad del VIH también se basan en el juicio profesional más que en las pruebas, somos ciertamente culpables de una presunción arrogante, y debemos esperar grandes problemas.

De este modo, en su posición, yo no apoyaría "las drogas antivirales", ya sea en defensa de la teoría del VIH del sida o la existencia del VIH. La única conclusión racional que se puede extraer de los datos del tratamiento "antirretroviral" es que bien no se tienen tales drogas o que no hay tal retrovirus VIH (Al final de la sección de referencias se tienen datos adicionales sobre los inhibidores de proteasa).

Teniendo todo esto en mente, me gustaría comentar punto por punto sus respuestas en relación a la existencia del VIH.


RESPUESTAS 1 Y 2

Mis preguntas fueron:

1. ¿Por qué, en 1986, usted y sus colegas escribieron: "El aislamiento del virus del sida fue por primera vez reportado en 1983 por Montagnier y sus colegas en Francia, que llamaron al material "Virus Asociado a Linfadenopatía Uno"? ¿Aisló o no aisló, purificó o no purificó Montagnier un retrovirus?

2. Si no lo hizo, ¿qué dijo usted que tenía?. Si usted era consciente de que él no hizo esto, y esta fue la razón para que usted utilizase la palabra "material" para describir este hallazgo, ¿por qué usted, como retrovirólogo bien conocido y respetado, no llamó la atención al resto de la comunidad científica de ello, especialmente si se tienen en cuenta las extremadamente importantes consecuencias?

Su respuesta fue:

Confunde usted aislamiento y purificación. No veo ninguna contradicción entre lo que escribí - en 1986 o en 1999 - y lo que Barre-Sinoussi y sus colegas habían reportado previamente. Se pueden aislar algunos virus propagándolos en células en cultivo. Por ejemplo, el VIH, el virus de la viruela, el virus del sarampión, o el virus de la polio. Hay otros virus que nadie ha conseguido todavía propagarlos seriamente en cultivo siguiendo el aislamiento porque requieren células especializadas diferenciadas; por ejemplo, el virus de la hepatitis B, los tipos 16 y 18 del virus del papiloma humano (asociados con el cáncer cervical) y demás. En ambos casos, se pueden aislar los genomas virales, de hecho se pueden 'purificar' altamente mediante clonación molecular utilizando metodología de ADN recombinante. De este modo, es casi rutina ahora en nuestro laboratorio y en muchos otros laboratorios de investigación clonar el genoma del VIH como ADN en vectores bacterianos, y luego recuperarlos de nuevo en forma infecciosa mediante la transferencia de ese ADN hacia atrás en los linfocitos humanos. Es difícil concebir algo 'más puro' que el virus completo clonado sin proteínas, partículas, etc.

Mi respuesta:

No acepto aislamiento y purificación como cosas distintas. La palabra "aislamiento" significa situar de modo apartado o en solitario (del latín "insulatus", hecho una isla). "Purificación" significa obtener algo libre de impurezas. Para una partícula como un virus, aislamiento y purificación son lo mismo. El acto de situar un objeto aparte o en solitario, el aislamiento, es totalmente distinto de multiplicarlo, transmitirlo, es decir, propagar ese objeto. El hecho de que algo se pueda multiplicar o propagar a través de muchas generaciones de cultivos no significa que esté más o menos aislado ni que uno tenga más seguridad de su identidad. Ningún objeto, incluyendo un virus, se puede aislar mediante propagación. Usted, más que nadie, sabe que existen algunas diferencias muy significativas entre los retrovirus y otros virus. El tema de interes para usted y para mí es el VIH. No es de interés qué métodos se han utilizado para probar la existencia de otros virus, y si son buenos o malos. Lo que es suficiente para un grupo de virus podría no ser suficiente para otro. Lo que todos queremos saber es si los métodos y los datos a los que se hace referencia para probar la existencia del VIH, y por lo tanto de sus proteínas y su genoma, prueban realmente dicha existencia. Para afirmar la propagación de un retrovirus singular, el VIH, primero hay que demostrar su existencia, que solamente se puede hacer mediante su aislamiento, purificación. Hasta la fecha nadie, ni siquiera usted, lo ha conseguido.

Por clonación molecular se quiere decir la producción de copias idénticas de, por ejemplo, una molécula de ADN, cualquier molécula de ADN, a partir de una molécula inicial mediante su unión dentro de un vehículo de clonación adecuado, por ejemplo, un bacteriófago. Las moléculas de ADN pueden ser de origen viral o celular, o podrían ser artificiales. Las moléculas dentro de los bacteriófagos pueden, a su vez, introducirse en células. Si desea llamar a estas moléculas una "forma infecciosa" (yo no lo haré), entonces usted debe aceptar que cualquier pieza de ADN, no importa cuál sea su origen, es una "forma infecciosa".

Sin lugar a dudas, mediante la clonación molecular se pueden obtener grandes cantidades de ADN "purificado", pero igualmente indiscutible es el hecho de que el clonado molecular no nos dice nada acerca del origen de una molécula de ADN determinada. Para clonar el "genoma del VIH" hay que saber de antemano que un determinado ADN es el genoma del VIH. En otras palabras, se debe comenzar con el "ARN del VIH", que solamente se puede obtener mediante la purificación previa de partículas que se haya demostrado que sean partículas retrovirales. Puesto que esto no se ha logrado, entonces ¿cuál es el origen del fragmento de ADN conocido como "genoma del VIH" que usted clona rutinariamente en su laboratorio? Si está utilizando "material" similar al utilizado por Montagnier en 1983, en el que no hay ninguna prueba de que hubiese ni siquiera partículas de aspecto retroviral, entonces seguramente nadie, ni siquiera usted, puede afirmar que el ARN (ADNc) es el genoma de un retrovirus, menos el de un retrovirus singular, el VIH.

Como estudiante de pregrado de medicina, me enseñaron que los virus son partículas infecciosas de determinada morfología, y que contienen ácidos nucléicos, proteínas y lípidos. Según todos los demás retrovirólogos, incluido Montagnier, Gallo y Gelderblom, los retrovirus son partículas con un diámetro de 100 a 120 nm, que contienen "cuerpos internos condensados (núcleos)" y superficies "salpicadas de protuberancias (puntas, botones)". Si, a diferencia de otros virus, el VIH consiste en nada más que una "forma infecciosa" de moléculas de ADN (como usted afirma: "es difícil concebir algo 'más puro' que el virus completo clonado sin proteínas, partículas, etc"), entonces ¿por qué todos los demás retrovirólogos, sin excepción, afirman que la proteína gp120 es absolutamente necesaria para la infección por VIH? Si el VIH no es nada más que una molécula de ácido nucléico pura (ARN) "sin proteínas", entonces ¿por qué se realiza tanto esfuerzo, por no hablar de los gastos, para desarrollar una vacuna basada en las proteínas del "VIH"?


RESPUESTA 3

Mi pregunta fue:

En 1983, cuando Barre-Sinoussi et al publicaron su artículo titulado "Aislamiento de un retrovirus linfotrópico-T de un paciente en riesgo de síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida)" y llamaron a la banda de 1,16 g/ml "virus etiquetado puro", ¿confundieron a la comunidad científica?

Su respuesta fue:

No pienso que Barre-Sinoussi et al confundiesen a la comunidad científica llamando a la banda de 1,16 g/ml como virus purificado. Pero si usted y sus colegas prefieren llamarlo enriquecido pero aún no completamente puro, coincidiría felizmente con esa opinión. Esto ilustra lo que quiero decir de un argumento estéril: ¿cuanto de puro es puro? ¿es el agua destilada 'pura'? Si, pero todavía tendrá unas pocas partes por millón o por mil millones de otras moléculas solubles. ¿Son sus instrumentos quirúrgicos estériles? Sí, con respecto a las bacterias y los virus, si han sido tratados térmicamente. No, si se considera al agente de la enfermedad Creuzfeld-Jakob que parcialmente resiste tal tratamiento. Sin embargo, cada cirujano sabe lo que otros quieren decir con estéril. No nos enredemos en cuanto de puro es puro. Lo importante es la propagación en serie del microbio. Koch y Petri, hace unos 70 años, 'purificaron' bacterias mediante su propagación como colonias (clones) en gelatina en platos de Petri (hoy en día utilizamos agar-agar con nutrientes en vez de gelatina). ¿Purificó Koch los microbios? Sí, en sus condiciones y las mías, quizá no en las suyas. Ciertamente, los purificó mediante métodos biofísicos, tales como gradientes de sacarosa, pero nada más siguió reproduciéndose en los nutrientes 'impuros'. Por lo tanto, es lo mismo para los virus. Como parásitos intracelulares, por supuesto, solamente se pueden propagar en cultivos celulares vivos (o en plantas, animales, o humanos), pero uno puede 'purificarlos en placa' (un término que data de los estudios iniciales de bacteriófagos en los años 20). Los virus animales se purificaron en placa de modo similar: la polio en 1952, la vaccinia alrededor de 1955. Para el VIH, en 1989, utilizamos una 'purificación' de placa o técnica de clonado biológico. No, no fueron físicamente puros, pero fueron biológicamente puros, es decir, fueron clonados. El clonado molecular, no obstante, como ya he mencionado es un paso mejor. Ambos métodos, para mí, están suficientemente purificados para obtener conclusiones científicas, aunque hay que tener cuidado de no sacar conclusiones más allá de la validez de los datos, incluida el tipo de pureza: biológica, molecular, química o física.

Mi respuesta:

No podemos llamar a la banda de 1,16 g/ml de Barré-Sinoussi pura, ni siquiera "enriquecida", puesto que los científicos que prepararon el material admitieron que no contenía partículas de aspecto retroviral, mucho menos partículas de un retrovirus singular. Quizás es inconcebible para usted que Montagnier admitiese esto. En ese caso permítame presentarle la transcripción literal de la cinta de vídeo que me dio Djamel Tahi, el periodista de investigación francés que llevó a cabo la entrevista en el Instituto Pasteur en julio de 1997. A Montagnier se le preguntó:

"Pourquois les photographies du EM publiées par vous, proviennent de la culture et non de la purifcation?"

La respuesta de Montagnier fue:

"Il y avait tellement peu de production que c’était impossible de voir soit dans un culot de virus à partir d'un gradient. Il n'y avait pas assez de virus pour faire ça. Bien sûr on l'a cherché, on l'a cherché aussi dans les tissus de départ, de la biopsie également. On a vu des particules, mais elles n'avaient pas la morphologie typique des retrovirus. C’était trés différent... relativement différent. Donc avec la culture il a fallu beaucoup d'heures pour trouver les première images. C’tait un travail de romain".

Consideremos su analogía con el agua pura. Supongamos que usted está realizando un experimento vital que requiere agua pura. Sus colegas en el piso de arriba proporcionan una botella etiquetada "agua pura", que forma una parte vital de su experimento y, en ultima instancia, los resultados de este experimento se utilizan de un modo que afecta a las vidas de millones de personas. Quince años después, se le informa que la botella que sus colegas le dieron, lejos de ser agua pura, no contenía ni una molécula de agua. ¿No pensaría que sus colegas se equivocaron al etiquetarla como "agua pura" y que le habían inducido a error? ¿Estaría satisfecho llamándola agua enriquecida?

No es válido argumentar que la técnica de Koch y Petri justifica el método utilizado para probar la existencia del VIH. Ellos no definieron purificación o, si prefiere, aislamiento como "propagación en cultivo", como usted hizo. No "los purificaron" mediante métodos biofísicos tales como los gradientes de sacarosa, porque este método es un invento mucho más moderno y ni siquiera es necesario. Koch y Petri tenían gelatinas más partículas en sus cultivos, que podían ser identificadas sin ambigüedad como bacterias utilizando el microscopio de luz. Cualquier proteína (distintas a la gelatina) de ARN o ADN encontrada en el cultivo podía ser solamente de origen bacteriano. Cualquier efecto biológico, incluyendo una placa producida por una alícuota de este cultivo, que no se produce por la gelatina sola, debe estar inducido por las bacterias. Pero no es "igual para los virus", especialmente los retrovirus. A diferencia de las bacterias, los platos, que además de las bacterias contienen solamente una proteína conocida, la gelatina, los platos de "VIH" contienen células, fragmentos celulares y quizá fragmentos bacterianos, así como micoplasmas y virus. En lo que se refiere a la presencia de VIH, basta mencionar que algunas micrografías electrónicas de sobrenadantes de cultivo han mostrado algunas partículas, con algunas de las características morfológicas, pero no han mostrado partículas con todas las características morfológicas de los retrovirus maduros.

Incluso suponiendo que las partículas fuesen las de un retrovirus singular, no se puede suponer que las proteínas y el ARN presentes en el cultivo o incluso en el sobrenadante del cultivo pertenezcan al virus. La inducción de un efecto biológico mediante el sobrenadante del cultivo, incluyendo la "placa", no tiene por qué deberse al virus, sino a cualquiera de los muchos otros factores presentes. No estoy al tanto de todas las publicaciones que describen " 'purificación' de la placa o la técnica de clonación biológica del VIH en 1989". Me interesaría saber cómo se puede saber que una "placa", o cualquier otro efecto biológico es inducido por un objeto específico, sin una prueba previa de su existencia. La "placa" y otros efectos biológicos se inducen mediante la adicción e interacción, mientras que el aislamiento (purificación) es un proceso de sustracción y separación. Los efectos biológicos, incluyendo la placa, se pueden utilizar para detectar un retrovirus si, y solamente si, hay un conocimiento previo de que son específicos al retrovirus, lo cual se puede hacer solamente aislando el virus en primer lugar.

Estoy de acuerdo con usted en que uno debe tener cuidado de no sacar conclusiones "más allá de la validez de los datos". Sin embargo, a diferencia de usted, creo que la afirmación de la existencia del VIH se basa en interpretaciones que van mucho "más allá de la validez de los datos".


RESPUESTA 4

Mi pregunta fue:

Puesto que se acepta generalmente, y es de sentido común, que solamente se puede probar la existencia de un nuevo retrovirus mediante su aislamiento (tanto Barre-Sinoussi como Gallo afirmaron haber probado la existencia del VIH mediante su aislamiento), ¿cuál es la base científica de sus afirmaciones acerca de que Barre-Sinoussi et al descubrieron un nuevo retrovirus?

Su respuesta fue:

Mi definición de aislamiento del VIH por Barre-Sinoussi et al, Gallo, Levy y otros, en los primeros momentos de la investigación del sida, es la propagación en cultivo. Hoy en día, sin embargo, utilizamos con mayor frecuencia la clonación molecular, para a continuación recuperar el genoma clonado o genoma parcial, y caracterizar su fenotipo.

Mi respuesta:

En 1983, Barré-Sinoussi et al, detectaron actividad de transcriptasa inversa en un cultivo de células T derivado de los ganglios linfáticos de un paciente en riesgo de sida. Las células de este cultivo se cultivaron con las células T de un donante sano, después de lo cual la detección de actividad de transcriptasa inversa en este segundo cultivo se consideró como prueba de aislamiento de un retrovirus que se originó en el paciente. La detección de transcripción inversa, incluso si se detecta en miles de cultivos consecutivos, no es prueba del aislamiento de la enzima transcriptasa inversa, mucho menos del aislamiento de un retrovirus singular, el VIH. La medición de enzimas cardiacas o hepáticas en casos de infarto de miocardio o de la hepatitis, respectivamente, no puede ser interpretado como "aislamiento" del corazón o el hígado. De hecho, la detección de transcripción inversa no es ni siquiera una prueba de transcriptasa inversa, puesto que otras enzimas realizan hábilmente la misma tarea.

La transcripción inversa no es específica. De hecho, en 1996, usted escribió: "Ahora sabemos que un grupo más amplio de elementos genéticos que los retrovirus utilizan transcripción inversa en una determinada etapa de la replicación, incluyendo los hepadnoviruses (incluyendo el virus de la hepatitis B), el virus de mosaico de la coliflor, y los retrotransposones de eucariotas y procariotas". Si este es el caso, dadas las condiciones adecuadas, sería de esperar la detección de transcripción inversa en todos los cultivos, independientemente de la presencia o ausencia de un retrovirus. Entonces, seguramente que estaría de acuerdo en que el hallazgo de transcripción inversa no es una prueba de la detección de un retrovirus, mucho menos de su aislamiento, incluso si se utiliza su definición. En 1984, Levy et al cultivaron células de pacientes con sarcoma de Kaposi, una enfermedad que todo el mundo está de acuerdo en que no está causada por el VIH. Los sobrenadantes fueron testeados en búsqueda de actividad de RT, las células en búsqueda de reacciones con sueros del paciente BRU de Barré-Sinoussi. Algunos cultivos se examinaron con microscopía electrónica. El hallazgo de un resultado positivo con "cualquiera de esos tests" se consideró como prueba del aislamiento del VIH.

En 1984 Gallo dijo que los datos del grupo de Montagnier no constituyeron prueba de aislamiento, y definieron aislamiento como la detección de uno o más de lo siguiente:

"actividad de transcriptasa inversa en fluidos de sobrenadante; virus observados mediante microscopía electrónica [partículas retrovirales en los cultivos]; expresión intracelular de antígenos relacionados con virus detectados con anticuerpos de donantes seropositivos, o con antisuero de conejo contra el HTLV-III; o transmisión de partículas". Por transmisión de partículas se quiso decir la detección de transcriptasa inversa o de partículas en cultivos de "sangre de cordón umbilical humano, médula ósea, o linfocitos T de sangre periférica", cultivados con fluidos concentrados de los cultivos celulares de tejidos obtenidos de pacientes con sida.

Sin embargo:

1. Como puede verse, para Gallo et al, como por Barré-Sinoussi et al, la detección de transcripción inversa en dos cultivos consecutivos es prueba de aislamiento, aunque una década antes de la era del sida el propio Gallo reportó tal actividad en cultivos de células normales. En la era del sida se reportó tal actividad en la línea de células H9 no infectada con "VIH", a partir de la cual Gallo "aisló" el VIH, así como en muchas otras líneas de células utilizadas para "aislar el VIH" y en cultivos de células normales.

2. Por otra parte, según los criterios de Gallo, el VIH puede ser "aislado" en la ausencia de actividad de transcriptasa inversa, considerada por Gallo como el "sine qua non" de un retrovirus.

3. Es imposible que el "antisuero de conejo al HTLV-III [VIH]" preceda a la prueba de la existencia del VIH, del VIH puro. No tiene sentido que Gallo afirmara utilizar un antisuero para probar la existencia de un virus, cuando la producción de tal antisuero depende totalmente del uso del mismo virus purificado.

4. De la interacción de una proteína con un anticuerpo es imposible determinar el origen de la proteína o el anticuerpo. De tal reacción se puede determinar el origen de solamente uno de los reactivos, y entonces si, y solamente si, hay prueba de que la interacción es específica. La especificidad de tal reacción entre las proteínas del "VIH" y los anticuerpos presentes el los sueros de los pacientes se puede probar solamente mediante el aislamiento de VIH como estándar oro. Gallo et al afirman que la interacción entre las proteínas presentes en las células y los anticuerpos en los sueros del paciente, no solamente prueba que las proteínas y los anticuerpos son proteínas y anticuerpos del VIH, sino que la detección de tal reacción junto a, por ejemplo, transcripción inversa, prueba el aislamiento del VIH. De hecho, Gallo ha reconocido que, para él, una prueba de anticuerpos es la quintaesencia del "aislamiento del VIH". Entrevistado delante de una cámara por Hugh Christie, en la conferencia del sida de Ginebra de 1998, contestó: "A veces tuvimos un Western blot positivo pero no podíamos aislar el virus, por lo que nos preocupamos y sentimos que en ocasiones estábamos teniendo falsos positivos, por lo que añadimos el Western Blot [sic]. Eso es todo lo que puedo contarte. Fue una herramienta experimental cuando la añadimos, y para nosotros funcionó bien, porque pudimos aislar el virus cuando la hicimos". En otra palabras, Gallo sabía muy bien que para probar la especificidad de un test de anticuerpos era esencial aislar el virus. Cuando vio que no había correlación entre los anticuerpos y el "aislamiento" del virus, Gallo resolvió el dilema incluyendo el test de anticuerpos Western blot en la definición de "aislamiento" de virus.

5. Ambos grupos, el de Gallo y el de Montagnier, encontraron proteínas en células no infectadas que reaccionaron con sueros de los pacientes de sida.

6. La afirmación de Gallo de prueba de aislamiento al encontrar partículas en los sobrenadantes de cultivos de dos cultivos consecutivos, o en un cultivo junto con transcripción inversa o reacciones antígeno-anticuerpo, es desconcertante. Una década antes, Gallo adviertió que "se han observado frecuentemente en tejidos leucémicos la liberación de partículas de aspecto viral, morfológicamente y bioquímicamente parecidas a los virus tipo C, pero aparentemente sin la habilidad de replicarse", es decir, esas propiedades no constituyen prueba de la existencia de tales virus.

7. En los años 70, tales partículas se observaron con frecuencia en tejidos de leucemia humanos, cultivos de tejidos embriónicos y en la mayoría, si no todas, las placentas humanas. En la era del sida, las partículas con aspecto retroviral han aparecido en H9 no infectada con el "VIH" (la línea de células leucémica que Gallo utilizó para "aislar" el VIH), así como en otras células utilizadas para el "aislamiento del VIH": CEM, C8166, células B transformadas de EBV y linfocitos sanguíneos de cordón umbilical.

8. Los expertos del VIH son unánimes en que la gp120 es esencial para la infectividad. De hecho, en 1988 su colega J.N. Weber y usted escribieron: "El primer paso en cualquier infección viral es la unión de la partícula de virus a un componente de la membrana de la célula huesped ... Desde hace algún tiempo se sabe que la unión tiene lugar cuando la CD4 interactúa con una proteína de "envoltura" del virus llamada gp120". Sin embargo, Hans Gelderblom y sus colegas del Instituto Kock de Berlín, que han llevado a cabo los estudios más detallados de microscopía electrónica de "partículas de VIH", han mostrado que los botones en la superficie de las partículas, donde se encuentra la gp120, están solamente presentes en partículas inmaduras (en gemación), que se "observan muy raramente". Las partículas "maduras" libres de células no tienen botones, es decir, gp120. De este modo, era imposible que Gallo produjese "transmisión de partículas" mediante sobrenadantes de cultivo libres de células.

Seguramente, se tendría que concluir, dada la no especificidad de las partículas, de la transcripción inversa (suponiendo que es debida a la transcriptasa inversa y a ninguna otra actividad enzimática) y de las reacciones antígeno-anticuerpo, que los datos de Barré-Sinoussi's et al, Gallo's et al y Levy's et al no prueban el aislamiento de un retrovirus, ni siquiera según su definición.

Cuando Djamel Tahi preguntó a Montagnier si Gallo purificó el VIH, Montagnier contestó "No lo creo". También dijo que cuando se utilizan líneas de células leucémicas derivadas de pacientes con leucemia de células T adulta (como es el caso de la línea de células H9), que Gallo afirma que está causada por el retrovirus HTLV-I y por lo tanto debe estar presente en el cultivo, "Se tiene una mezcla de VIH y HTLV, es una sopa". En otras palabras, incluso si se tuviese prueba del aislamiento y propagación de un retrovirus, no es prueba de que el retrovirus sea el VIH, podría ser perfectamente el HTLV-I. A Montagnier se le olvidó mencionar que en la sopa se podría encontrar al menos un retrovirus más, un retrovirus endógeno. La diferencia entre los retrovirus y todos los demás virus es que mientras que el hallazgo de un virus en un cultivo prueba que el virus se ha introducido desde el exterior (el virus es exógeno), para los retrovirus esto no es cierto. Usted sabe mejor que yo que Varmus señalo que "una de las características más llamativas que distingue a los retrovirus de todos los demás virus animales es la presencia, en los cromosomas de células no infectadas normales, de genomas estrechamente relacionados con, o idénticos a los de los virus infecciosos". Si el hallazgo de partículas y actividad de RT en los cultivos "infectados", y proteínas en las células "infectadas" que reaccionan con sueros de los pacientes de sida es prueba del aislamiento del VIH, ¿qué prueba la detección de los mismos fenómenos en cultivos y células no infectados?

Usted también sabe, de hecho usted está entre los muchos científicos que ha probado que los cultivos de células no infectadas, tarde o temprano, comienzan a liberar retrovirus endógenos. Su aparición se puede acelerar y la producción incrementar hasta un millón de veces mediante la estimulación de los cultivos con mitógenos, cocultivación, o bien añadiendo a los cultivos sobrenadante de cultivos celulares normales sin estimular. De hecho, ya en 1976, retrovirólogos como George Todaro reconocieron que "el fracaso en aislar virus endógenos de ciertas especies podría reflejar las limitaciones de las técnicas de cocultivación in vitro". Montagnier et al (así como todos los demás), emplearon al menos dos de las técnicas anteriores. De hecho, tanto Montagnier como Gallo admiten que ninguno de los fenómenos que afirman probar la existencia del VIH se puede detectar a menos que los cultivos estén estimulados. Es decir, mientras que el hallazgo de un virus en un cultivo prueba que el virus se introdujo desde el exterior (virus infeccioso, virus exógeno), para el hallazgo de un retrovirus no lo prueba. Existen datos de que el 70% de los pacientes de sida y aquellos en situación de riesgo tienen anticuerpos a retrovirus endógenos. Esto significa que incluso si Barré-Sinoussi et al, Gallo et al y Levy et al hubiesen todos ellos obtenido pruebas del aislamiento (purificación) de un retrovirus, incluso según su definición, no es posible afirmar que el virus sea un virus (infeccioso) exógeno. Podría ser muy bien endógeno y, como ciertos retrovirólogos han sugerido, el resultado y no la causa del proceso patogénico.

En 1997, en un artículo titulado "Los problemas actuales y el futuro de las pruebas con drogas antirretrovirales", Joep Lange escribió: "Hay también una tendencia a divulgar rápidamente y ampliamente datos positivos y a retrasar o evitar la publicación de estudios con resultado negativo". En el caso del VIH, aunque tanto el equipo de Gallo y de Montagnier divulgaron ampliamente sus afirmaciones de aislamiento (purificación) del VIH, ninguno de los equipos publicó micrografías electrónicas del material que en gradientes de sacarosa isopícnica se concentra a 1,16 g/ml, el "VIH purificado". Al menos, en el caso del equipo de Montagnier (y según Montagnier, el equipo de Gallo también), esto fue debido a que sus resultados fueron negativos. En los experimentos científicos se manipula el parámetro cuyo efecto está en cuestión, se ejecutan experimentos de control en paralelo mientras se mantiene ese parámetro constante, se mantiene otros parámetros constantes completamente, se replica tanto la manipulación experimental como el experimento de control, y se obtienen datos. Dado el hecho de que se espera que los fenómenos retrovirales surjan espontáneamente, y mucho más ser inducidos por la "manipulación experimental" absolutamente esencial para obtener el "VIH", los controles constituyen el elemento por excelencia en retrovirología. Una cuestión común en la investigación del "VIH" es la falta de controles. En las contadas ocasiones en que los autores afirman haber utilizado controles, no han sido adecuados y los experimentos no han sido realizados a ciegas. Por ejemplo, "controles" consistentes de células cultivadas de individuos sanos, no individuos enfermos asociados a pacientes de sida con respecto a "otros parámetros". Hasta la fecha solamente hay una excepción y fue de un tejido no cultivado. En 1988 O'Hara y sus colegas de Harvard reportaron "partículas de VIH" en 18 de 20 (90%) de los pacientes con ganglios linfáticos agrandados atribuidos al sida, y las mismas partículas en 13 de 15 (87%) de pacientes con ganglios linfáticos agrandados no atribuidos al sida y sin riesgo de desarrollar sida. Estos datos llevaron a los autores a concluir que "la presencia de tales partículas no indican por sí mismas la infección con el VIH".

La clonación molecular no puede considerarse como prueba del descubrimiento de un retrovirus. Por el contrario, la clonación del genoma retroviral solamente se puede realizar si y solamente si se tiene previamente un tramo de ácido nucléico que a priori se ha demostrado que es el genoma de un retrovirus. Para ello hay que obtener primero las partículas en forma purificada, o al menos en un material donde no haya ni siquiera una remota posibilidad de la presencia de un ARN aparte del contenido en dichas partículas. Entonces, el experimentador debe mostrar que:

1. Las partículas tienen todas las características morfológicas de los retrovirus;
2. Las partículas son infecciosas;
3. Contienen solamente ARN y no ADN;
4. Los códigos de ARN de las proteínas de las partículas.

Hasta la fecha no hay ni un solo estudio que demuestre ni siquiera una de estas condiciones.

Supongamos que el VIH, a diferencia de todos los demás retrovirus o virus es, como usted dice, un "virus sin proteínas, partículas, etc", es decir, solamente un tramo desnudo de ácido nucléico. Si un tramo de ARN o ADN (el provirus) es el genoma de una partícula retroviral singular, entonces el requisito más básico es tener prueba de la existencia de una entidad molecular singular. Es decir, todos los cultivos y células consideradas como infectadas deben:

1. tener una longitud completa del genoma del VIH, sea cual sea dicha longitud;
2. el tramo de provirus de ADN, los genomas, deben ser idénticos.

Hasta la fecha no se han reportado dos "ADN del VIH" o "ARN del VIH" de la misma longitud. Montagnier y sus colegas reportaron que el "ADN del VIH" era de 9 ± 1,5 Kb, mientras que Gallo y sus colegas reportaron que "La longitud total del provirus HTLV-III es de aproximadamente 10 kilobases". En el primer estudio de 1984 de Levy y sus colegas del "genoma del VIH", la "banda ancha (> 15 Kb) representa provirus integrado en el ADN de la célula huesped". En 1995, investigadores del instituto Pasteur reportaron que "se ha determinado la secuencia completa de 9.193 nucleótidos del probable agente causal del sida, el virus asociado a la linfadenopatía (LAV). La estructura genética deducida es única; se muestra, además de los genes gag, pol y env, dos nuevos marcos de lectura abierta que llamamos Q y F". En el mismo año, Gallo y sus colegas reportaron sus resultados de las secuencias de nucleótidos del "VIH" utilizando el clon BH10, pero también añadieron: "La secuencia de 182 bp del provirus HTLV-III restante no presente en el clon BH10 (incluyendo una parte del sitio de unión del cebador R, V5 y tRNA, y una porción de la secuencia de cabecera) se derivó del clon HXB2 ... Es de destacar la presencia de un quinto marco de lectura abierto (nucleótidos 8.344-8.991) designado 3' orf, presente en el clon BH8 pero truncado en BH10". Concluyeron: "La secuencia de nucleótidos completa de dos ADN's provirales de leucemia de células T humanas de tipo III (HTLV-III) tiene cada una cuatro marcos de lectura abiertos largos, correspondiéndose los dos primeros a los genes gag y pol. El cuarto marco de lectura abierto codifica dos polipéptidos funcionales, un gran precursor de la glicoproteína principal de la envoltura y una proteína más pequeña derivada del marco de lectura abierto largo terminal 3' análogo al marco de lectura abierto largo (lor) producto del HTLV-I y -II ... El provirus HTLV-III es de 9.749 pares de base (bp) de largo". En 1990 se dijo que el genoma del VIH consistía de diez genes. En 1996 Montagnier reportó que el VIH poseía 8 genes, y Barre-Sinoussi que el VIH tiene nueve genes.

El ADN del hombre y el chimpancé difieren en menos del 2%, pero la variación en la composición del "genoma del VIH" (derivado del análisis de "piezas" midiendo del 2% al 30% del supuesto total) mide entre 3% y 40%. En comparación, dos virus que contienen ARN (polio e influenza, este último después de 27 años de latencia) varían en menos del 1%, como las moléculas de ARN autoensambladas en tubos de ensayo niega la influencia de la organización de las células vivas.

Teniendo en cuenta que la secuencia de ADN determina la composición de las proteínas de un virus, y estas últimas las propiedades físicas, bioquímicas y biológicas de un virus, ¿cómo es posible que tal variación represente al mismo agente? Por ejemplo, ¿cómo es posible que el VIH pueda inducir los mismos anticuerpos que pueden reconocerse en un test de anticuerpos universal con las mismas proteínas? Como Peter Duesberg nos recuerda, "hay un rango, un pequeño rango, en el que se puede mutar alrededor sin demasiada pena, pero tan pronto como se exceda, se ha salido, y ya no es VIH por más tiempo, o un humano por más tiempo ... entonces estás muerto o bien eres un mono, o lo que sea". Es evidente que lo que el "genoma del ADN del VIH" represente, no puede ser un virus.

Si el tramo de "ARN del VIH" es el genoma de un virus exógeno singular que infecta a individuos con sida o a aquellos en riesgo, entonces este ARN (o ADNc) debería presentarse en tejidos no cultivados frescos de todos estos individuos, y en nadie más. Además, si en estos individuos hay una infección masiva de VIH, como afirman algunos de los expertos del VIH más conocidos, la hibridación Southern-Northern blot debería ser más que suficiente para detectarla.

Siempre me ha parecido muy difícil de entender por qué ni el grupo de Montagnier ni el de Levy reportaron tales experimentos en 1984 cuando afirmaron haber identificado, caracterizado y clonado el genoma del VIH. Gallo reportó que "el ADN del HTLV-III no es normalmente detectado por la hibridación Southern blotting estándar ... cuando sí lo es, las señales son a menudo débiles ... la observación de que las secuencias del HTLV-III se encuentran raramente, si alguna vez, en células mononucleares de sangre periférica, la médula ósea y el bazo, proporciona la primera prueba directa de que estos tejidos no son fuerte o ampliamente infectados con el HTLV-III, ni en el sida ni en el ARC". Estos estudios fueron confirmados por muchos otros investigadores. El hallazgo de que cuando los resultados eran positivos las bandas de hibridación eran "débiles", "señal baja", se interpretó como prueba de que los individuos seropositivos al VIH tienen un ADN del VIH en un número pequeño de células y en un número de copias bajo, una interpretación que llegó a aceptarse de modo general, aunque Gallo y sus colegas tenían una explicación alternativa: "Teóricamente, esta señal de baja intensidad se podría también explicar por la presencia de virus lejanamente homólogo al HTLV-III en estas células". Esta explicación alternativa fue ignorada por todos, incluyendo Gallo. Sin embargo, en una reunión mantenida en Washington patrocinada por el US National Institute of Drug Abuse, Gallo admitió: "Nunca hemos encontrado ADN del VIH en las células tumorales del KS ... De hecho, nunca hemos encontrado ADN del VIH en células T". Los datos que han salido a la luz desde 1984 sugieren que la explicación alternativa de Gallo y sus colegas podría ser cierta:

1. En la actualidad existen muchos datos que muestran que el ADN humano normal contiene secuencias relacionadas con el HTLV-I y el HTLV-II;

2. Tan tarde como en 1994, escribiendo en el "Harrison’s Principles of Internal Medicine", Gallo (y Fauci) enseñaron a los estudiantes de medicina: "... no hay retrovirus endógenos humanos conocidos". Esto significa que por "virus lejanamente homólogo al HTLV-III" no se pueden referir a otra cosa que a los retrovirus exógenos que Gallo afirmó haber descubierto con anterioridad, es decir, el HTLV-I y el HTLV-II. Sin embargo, en la actualidad incluso Gallo admite que las secuencias provirales endógenas humanas "comprenden sobre el uno por ciento del genoma humano";

3. Algunos de los expertos mejor conocidos del VIH, incluyendo a Montagnier, Blattner y Gelderblom, están de acuerdo en que los genes pol y gag "pueden conservarse muy bien entre subtipos de virus". En un artículo publicado en 1996 por Reinhart Kurth y sus colegas se puede leer: "Los retrotransposones evolucionaron en una variedad de organismos que van desde los protozoos a los seres humanos. En estos elementos, los genes de RT están ligados a genes que codifican poliproteínas con el potencial de autoagregarse y formar partículas del núcleo. Estas proteínas son los equivalentes de las proteínas de la cápside retrovirales normalmente designadas como antígenos específicos de grupo (gag) ... Los retrotransposones podrían ser los derivados o bien los predecesores de los retrovirus. Los retrovirus difieren de los retrotransposones por la presencia de, al menos, una región de codificación adicional, el gen de envoltura (env)". En 1984 el grupo de Gallo reportó que el "genoma del VIH" hibridó con los "genes estructurales (gag, pol y env) de tanto el HTLV-I como el HTLV-II". Obviamente, el hallazgo de una "señal" de hibridación positiva con al menos una sonda gag o pol no es prueba de la existencia del "genoma del VIH".

De hecho, en la actualidad existen también datos que muestran la presencia de secuencias de "VIH" en tejidos no infectados. Se ilustra este punto con unos pocos ejemplos:

1. Aunque ya no se acepta que el VIH se transmite o esté presente en los insectos, en 1986 investigadores del Instituto Pasteur encontraron secuencias de ADN del VIH en moscas tsetsé, escarabajos negros y leones hormiga de Zaire y la República Central Africana.

2. El ADN extraído de las glándulas tiroides de pacientes con enfermedad de Grave hibridaron con "toda la región de codificación de gag p24" del "VIH".

3. En 1986 usted publicó un artículo titulado "Aislamiento de un retrovirus de dos pacientes con 'hypogammoglobulinaemia variable común' (CVH)". Los pacientes con CVH "son propensos a ciertas bacterias y micoplasmas infecciosos, pero no a protozal viral oportunista y hongos infecciosos, como los que se ve en pacientes con defectos genéticos en la inmunidad celular ... Los sueros de ambos tipos de pacientes fueron negativos a los anticuerpos HTLV-III [VIH]". Encuentro este artículo muy interesante por dos motivos: en primer lugar, por lo que usted entiende por aislamiento retroviral, y en segundo lugar por sus resultados Southern blots. Por aislamiento usted entendió: "se observó formación de sincitios extensa en cocultivos tratados con polibreno, que en microscopía electrónica mostró un retrovirus indistinguible morfológicamente del HTLV-III/LAV (ver figura) y los lentivirus animales. El sobrenadante de este cocultivo fue positivo a la transcriptasa inversa, y las células fueron positivas mediante la inmunofluorescencia con suero de un paciente con sida y con los anticuerpos monoclonales anti-HTLV-III, a-p24 y a-a-p19 (del Dr. R. C. Gallo). Los Southern blots de ADN restringido de células infectadas se sondaron con ABH-10 (del Dr. R. C. Gallo), e indicaron que el genoma viral mostró homología con HTLV-III/LAV, pero con sitios de enzimas de restricción distintos de los aislamientos de prototipos, HTLV-IIIB y LAV". En otras palabras, en 1986 por aislamiento usted no entendió la propagación sino la detección de fenómenos totalmente inespecíficos. Más importante, mientras Gallo et al, utilizando ABH-10 como sonda, no pudieron encontrar "ADN del VIH" en células T de pacientes de sida, usted lo encontró en las células T de pacientes con CVH.

En la segúnda mitad de los años 80, con el fin de rescatar el concepto de un "genoma del VIH", se hizo un uso extenso de la reacción en cadena de la polimerasa. Sin embargo, los resultados con esta técnica no fueron muchos mejores que con la hibridación Southern blot, y al igual que Gallo en 1984, se interpretaron como prueba de que los individuos "infectados con VIH" tienen "ADN del VIH" en un número pequeño de células. Una característica más llamativa de los resultados es "la escasez o ausencia aparente de ADN viral en una proporción de pacientes", y cuando se encontró "la señal es muy baja". Además, nunca se ha determinado la especificidad de la PCR . En el único estudio en el que se se hizo un intento, utilizando los tests de anticuerpos como estándar oro (todos deberían saber que estos tests no pueden utilizarse como estándar oro), se encontró que en "Siete laboratorios franceses con una amplia experiencia en la detección de PCR del ADN del VIH", la concordancia entre la serología del VIH y el "ADN del VIH" varía entre el 40% y el 100%. Incluso si la PCR fuese específica, con esta técnica se detecta solamente una pequeña porción del genoma.

En la gran mayoría de los casos la presencia del "genoma del VIH" se prueba mediante la amplificación de "regiones invariantes" cortas de un "gen viral", normalmente el gen gag. Sin embargo, puesto que se acepta que una proporción significativa de los "genomas del VIH" son defectuosos, el encontrar un fragmento de un gen no es prueba de la existencia del gen completo, y menos aún de la existencia del genoma completo de "ADN del VIH"o "ARN del VIH", un hecho aceptado por muchos investigadores VIH-sida.

En otro esfuerzo de rescatar al "genoma del VIH", se han desarrollado tests que pretenden medir el "ARN del VIH" en plasma, que a su vez se dice que cuantifican el número de partículas en sangre, la "carga viral". No sería necesario enumerar los muchos problemas de estos tests, un vistazo a la siguiente tabla es suficiente para darse cuenta de que tales tests no existen.




Los tres ensayos utilizados frecuentemente para cuantificar la "carga viral" son la reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa (RT-PCR), la amplificación de ácido nucléico basado en secuencias (NASBA) y el ADN de cadena ramificado (bADN). Para evaluar el impacto de los ensayos utilizados y de la "variabilidad genética en la cuantificación del ARN del VIH-1", investigadores de Francia "evaluaron tres kits comerciales mediante el uso de un panel de aislamientos de VIH-1 representando claros de A a H ... Estos aislamientos se ampliaron en cultivo. El virus se obtuvo mediante ultracentrifugación y se resuspendió en plasma de seronegativos al VIH.. Para estandarizar las cantidades de virus a niveles similares en cada preparación, se determinó el antígeno p24 y se ajustó el volumen de manera que cada espécimen contuvo aproximadamente 10 pg de antígeno p24 por mililitro". Puesto que todas las muestras tuvieron la misma cantidad de "VIH", de "ARN del VIH", sería de esperar que todos los números de la tabla fuesen similares, si no idénticos. Mirando las filas la única conclusión que se puede extraer es que al menos dos de los ensayos no miden "ARN del VIH". De modo similar, la única conclusión que se obtiene de las columnas es que nada del test mide el "ARN del VIH", y/o que no existe tal "ARN del VIH".

Rich et al dijeron: "Los ensayos de carga viral [ARN del "VIH"] de plasma están diseñados para monitorear la efectividad de las terapias antirretrovirales, y para medir la cantidad de virus en pacientes con infección de VIH confirmada, no para el diagnóstico de la infección por VIH. Su comportamiento en pacientes que no están infectados con el VIH es desconocido" y su uso lleva al "diagnóstico erróneo de la infección por el VIH".

El hecho de que los pacientes donde "la carga viral disminuye a un nivel indetectable todavía desarrollan sida", también significa que el test no mide el "ARN del VIH" o bien que la causa del sida no es el VIH.

En resumen, a menos que se obtengan conclusiones "más allá de la validez de los datos", no es posible concluir que "Barré-Sinoussi et al, Gallo y Levy" hayan probado el aislamiento de un retrovirus singular, incluso con la definición de aislamiento dada por usted. Tampoco los datos presentes demuestran la existencia de una entidad molecular única, el "ADN del VIH", que constituiría el genoma de un retrovirus singular, mucho menos de un retrovirus que infecta a los seres humanos.

Para responder al desafío de Continuum acerca de probar el aislamiento del VIH, y por tanto su existencia, Edward King, del AIDS Treatment Update, le presentó a usted el desafío. En abril de 1996, donde se publicaron sus comentarios, se puede leer: "Las técnicas de clonación de genes permiten a los investigadores extraer los genes virales que se encuentran en las células infectadas con el VIH. Cuando el conjunto completo de genes se reintroduce en céullas humanas sanas en cultivo, las células producen partículas de VIH". No hay prueba de la existencia de un "conjunto completo de genes", es decir, del "ADN del VIH", en ninguna célula de un paciente de sida. Los pequeños números de "conjunto completo de genes" reportados hasta el momento, cada uno de los cuales difieren significativamente entre sí, se derivan de líneas de células inmortales cultivadas. Tampoco hay un solo estudio que demuestre que "Cuando el conjunto completo de genes se reintroduce en células humanas sanas en cultivo, las células producen partículas del VIH".


RESPUESTA 5

Mi pregunta fue:

Usted dice: "Cuando se tiene datos acerca de la infección en cultivo, la purificación no es particularmente importante". Estos investigadores no sabían que sus cultivos estaban infectados. Eso es lo que estaban tratando de establecer. ¿Está usted diciendo que las micrografías electrónicas de algunas formas de gemación en la superficie de la célula, o algunas partículas libres de células en el sobrenadante del cultivo que ni siquiera tienen todas las características morfológicas de los retrovirus, son prueba de infección? ¿Está usted también argumentando que, sin aislamiento, es decir, purificación, un científico puede obtener las proteínas y el ARN del "VIH"?

Su respuesta fue:

Sí, yo afirmo que la visualización del VIH mediante microscopía electrónica fue, en 1983-84, un componente importante de los datos colectivos sobre el aislamiento del virus. Tomados en conjunto con la propagación del virus, la actividad de transcriptasa inversa y el enriquecimiento de partículas mediante gradientes isopícnicos, me convenció de que el VIH es un retrovirus. Es más, fueron las micrografías electrónicas de Montagnier, publicadas en abril de 1984 y previamente mostradas en el Cold Spring Harbor Laboratory en septiembre de 1983, las que me convencieron de que el VIH era probablemente un lentivirus entre los retrovirus, ya que se parecían a partículas de virus de anemia de infecciones equinas. Un lentivirus se propaga primero inoculando un filtrado demasiado pequeño para que las bacterias pasen a través en caballos y monos, causando enfermedad. Así que sí, estoy definitivamente sosteniendo que, sin tener en cuenta su significado de "purificación", pero con mi sentido de aislamiento, se pueden fabricar cantidades bastante grandes de proteínas del VIH y cantidades más pequeñas de ARN.

Mi respuesta:

En el AIDS Treatment Update se puede leer: "otros científicos han subrayado la irrelevancia de esta insistencia en la pureza si las propias partículas del VIH están claramente presentes, por ejemplo, es como decir que es imposible identificar a un perro pastor alemán por su aspecto singular, si está rodeado por una manada de caniches". Sin embargo, en los cultivos de VIH , además de la gran cantidad de otras cosas, se puede ver un "zoo" de partículas, pareciéndose más o menos a uno u otro tipo de partículas de retrovirus, pero sin que ninguna tenga todas las características morfológicas de los retrovirus.

La analogía correcta para el VIH es la de una persona sin conocimientos de los pastores alemanes que tenga una fotografía aérea de un parque zoológico, esperando ver perros (retrovirus), pero que lo más que ve son muchos objetos, algunos de los cuales se parecen a los animales (virus), y decide que uno de los objetos es un perro, de hecho un perro con una composición y comportamiento singular, sin mostrar primero que el objeto es un animal, que el animal es un perro, y que el perro es síngular.

Es interesante que usted ahora dice que, además de micrografías electrónicas, se necesita "propagación del virus, actividad de transcriptasa inversa y el enriquecimiento de partículas mediante gradientes isopícnicos" para convencerle de que "el VIH es un retrovirus". Sin embargo:

1. La "propagación de un virus" presupone que usted ya sabe que tiene un virus, es decir, la propagación del virus no se puede utilizar para probar la existencia de un virus.

2. Usted acepta que la actividad de transcriptasa inversa está presente en todas las células (ver mi respuesta a la pregunta 4). Solamente añadiré aquí que una década antes de que Barré-Sinoussi y Jean Claude Chermann afirmaran tener pruebas de la existencia del VIH, ellos escribieron:

"Puesto que se ha encontrado actividad de polimerasa similar [actividad de transcriptasa inversa] en células normales, puede atribuirse principalmente a la enzima celular". Al mismo tiempo, Gallo estuvo demostrando la existencia de actividad de RT en células estimuladas con PHA pero no en células no infectadas normales no estimuladas. En su entrevista con Djamel Tahi, Montagnier insistió al principio en que esta actividad era "verdaderamente específica de los retrovirus", pero más adelante dijo que era solamente "característica" de los retrovirus. De este modo, mientras que los retrovirólogos han enseñado a mis estudiantes y residentes de medicina, y presumiblemente a sus profesores, que la transcripción inversa es específica a los retrovirus, retrovirólogos como Montagnier y Gallo no coinciden.

3. "enriquecimiento de partículas mediante gradientes isopícnicos" : ni Barre-Sinoussi, ni Gally ni Levy presentaron pruebas de ningún "gradiente isopícnico", incluyendo la banda de 1,16 g/ml "enriquecida", con ni siquiera una partícula de aspecto retroviral. De acuerdo con Montagnier, tales datos no se publicaron porque ellos (y en su opinión, el grupo de Gallo tampoco) no pudieron encontrar ningún retrovirus como partículas en sus "gradientes isopícnicos". Este hecho por sí mismo demuestra, más allá de toda duda razonable, que no tenían un retrovirus, y que el ARN y las proteínas halladas en la banda de 1,16 g/ml , así como la actividad de RT o cualquier otro efecto inducido por el material de la banda, no tenían que ver con el VIH o cualquier otro retrovirus. Afirmar lo contrario no es distinto de que yo, como cirujano, alegue tener aislados los cálculos biliares de un paciente, es decir, extraídos y en mis manos, simplemente porque he probado que él o ella tiene niveles anormales de enzimas hepáticas en su sangre. Lo repito, hasta la fecha nadie ha publicado pruebas de la existencia en los cultivos del "VIH", mucho menos en la banda de 1,16 g/ml, de partículas teniendo todas las características morfológicas de las partículas retrovirales.

Parece que usted ha entendido mal mi pregunta. No le pregunté qué cantidad de proteínas del "VIH" o ADN puede fabricar. Estoy únicamente interesado en la calidad, no en la cantidad. Permítame hacer la pregunta de otra manera: por lo que yo sé, se puede afirmar que una proteína o un fragmento de ADN pertenece a un objeto, por ejemplo a un ser humano o bien a una partícula de virus, solamente si hay pruebas de que provienen de tal objeto. ¿Está en desacuerdo?. En el "aislamiento" (bien sea el sobrenadante del cultivo o la banda de 1,16 g/ml) obtenido mediante su método de "aislamiento", se tienen pruebas de la existencia de un gran número de objetos no retrovirales que contienen proteínas y ARN, pero de ningún objeto que ni siquiera tenga las características morfológicas de los retrovirus, por no hablar de las características físicas, tales como su densidad. ¿Cómo es posible entonces probar, como hicieron Montagnier y Gallo, que algunas de las proteínas y parte del ARN que se concentró a 1,16 g/ml, o presente en el sobrenadante de cultivo, eran las proteínas y el "ARN" del "VIH"?


RESPUESTA 6

Mi pregunta fue:

En su opinión, ¿es científicamente válido decir, por un lado, como Montagnier hizo, que el "material" a 1,16 g/ml no tenía ni siquiera partículas con la "morfología típica de los retrovirus", mientras por otro lado, afirmar que las proteínas y el ARN eran los de un retrovirus, el VIH?

Su respuesta fue:

Barré-Sinoussi et al publicaron micrografías electrónicas de formas iniciales de virus en gemación solamente, que no fueron inmediatamente identificables como partículas de retrovirus. En septiembre de 1993, las micrografías electrónicas de Montagnier parecían más típicas.

Mi respuesta:

En la primera micrografía electrónica (publicada en mayo de 1983), Barré-Sinoussi, Montagnier et al no solamente identificaron de inmediato algunas partículas como partículas de retrovirus, sino que también afirmaron que: "La microscopía electrónica de los linfocitos de cordón umbilical infectados mostró partículas inmaduras características con media luna densa (tipo C) gemando en la membrana plasmática ... Este virus es un virus de tumor de ARN tipo C típico". En 1984 Montagnier, Barre-Sinoussi et al reportaron que su virus era "morfológicamente similar a las partículas D, como las encontradas en el virus Mason-Pfizer o el virus recientemente aislado del sida de simios" (En 1984, investigadores de los centros de investigación de primates en los Estados Unidos afirmaron la existencia del sida en monos, y que la causa del sida era un retrovirus tipo D similar al virus Mason-Pfizer, un retrovirus típico de tipo D, y sugirieron que el sida del mono y estos retrovirus podrían ser útiles en el estudio del sida humano y el "VIH"). En el mismo año, en otra publicación más, Montagnier et al afirmaron que las partículas de "VIH" tenían "morfología similar a la del virus de anemia infecciosa equina (EIAV) y a las partículas de tipo D". El virus EIAV y el virus visna no son retrovirus de tipo C ni de tipo D, sino lentivirus, es decir, virus que tienen una morfología distinta y se dice que inducen enfermedades mucho tiempo después de la infección (en el momento en que se publicó este documento se observó que los pacientes que tenían un test de anticuerpos positivo al "VIH" no desarrollaban el sida inmediatamente, es decir, había un retraso entre el test positivo y la aparición del sida). Es más sorprendente que un virus y el mismo virus sea capaz de cambiar de género, de una partícula tipo C típica a una tipo D típica , y después a una subfamilia completamente distinta, la de un lentivirus típico, aparentemente de modo arbitrario y sin criterios morfológicos. Estas diferencias taxonómicas implican que si el VIH fuese un mamífero recién descubierto, podría haber sido bien un humano, un gorila o un orangután.

Dejando aparte esto, no ha contestado a mi pregunta. Incluso si Montagnier tuvo micrografías electrónicas típicas de los retrovirus, fueron todas del cultivo. Como Montagnier reconoció, no se vieron retrovirus en la banda de 1,16 g/ml. Lo que me interesa entonces es: ¿cómo pudo alguien tomar algunas proteínas y ARN de la banda de 1,16 g/ml, donde no hay ninguna prueba de partículas de aspecto retroviral, y llamarlos "proteínas del VIH" y "ARN del VIH"?


RESPUESTA 7

Mi pregunta fue:

¿Qué justificación puede haber para:

a) utilizar estas proteínas como antígenos en un test de anticuerpos para probar la infección de millones de personas por un virus mortal?

b) utilizar este ARN para probar, no solamente la infección, sino para cuantificar la carga viral?

Su respuesta fue:

Hay muchos tests distintos para los anticuerpos específicos del VIH. Los kits de test comerciales de la actualidad se basan en oligopéptidos y en proteínas fabricados a partir de ADN de VIH clonado. Ninguna prueba biológica es específica al 100% ni sensitiva al 100%, pero los tests del VIH de la actualidad son tan buenos como los tests para cualquier otro patógeno viral humano. Del mismo modo, los cebadores PCR actuales son altamente específicos y sensibles para las principales cepas del VIH en los países desarrollados. Algunas cepas atípicas, especialmente en Gabón y Camerún, no están recogidas de un modo tan sensible, y por tanto las estimaciones de carga viral deben interpretarse con cautela.

Mi respuesta:

¿Podría ser que no hay justificación científica para tomar algunos ARN's y proteínas arbitrarios de un material en el que no hay prueba de la existencia de ni siquiera partículas con aspecto retroviral, y llamarlos "ARN de VIH" y "proteínas del VIH"?

Anteriormente he hablado de la PCR y los "tests de carga viral". Aquí me gustaría añadir:

1. Si el test de "carga viral" mide el número de partículas de VIH en la sangre, y si hay un alto nivel de tales partículas como se afirma, entonces no debería suponer ningún problema detectar tales partículas utilizando el microscopio electrónico. Sin embargo, hasta la fecha, no hay ninguna micrografía electrónica probando que tales partículas existan en la sangre. Las únicas micrografías electrónicas publicadas hasta la fecha son de ganglios linfáticos. En su artículo de revisión de 1993 de Science titulado "¿Cómo el VIH causa el sida?" usted afirma: "Se sabe desde hace mucho, de la microscopía electrónica y los estudios de inmunofluorescencia (24), que el VIH se encuentra en grandes cantidades en los ganglios linfáticos, incluso en la fase asintomática de la infección". En la referencia 24 usted cita tres artículos, dos de Tenner-Racz et al y uno de Armstrong y Horne (estos últimos autores son del Royal Perth Hospital, donde yo trabajo). En ninguno de estos estudios hay datos de "estudios de inmunofluorescencia" de partículas. Los estudios de inmunofluorescencia de Tenner-Racz son de ganglios linfáticos. Sin embargo, otros informan hallazgos similares en pacientes que sufren de enfermedades no relacionadas con el sida, y también en individuos sanos. En el primer artículo, Tenner-Racz et al examinaron los ganglios linfáticos de nueve pacientes con linfadenopatía generalizada persistente, y dos con sarcoma de Kaposi. En la figura 2, donde aparecen sus resultados, hay tres micrografías electrónicas. En las dos primeras hay una partícula "con aspecto viral" en cada una. La tercera muestra un "perfil que sugiere una gemación". En el segundo artículo hay una micrografía electrónica que muestra una partícula. Es interesante que, sin ninguna prueba, las partículas "con aspecto viral" del primer estudio pasan a ser en "partículas retrovirales", y de hecho "virus relacionado con el sida", en el segundo, aunque es obvio incluso para un microscopista no electrónico que las partículas carecen de las apariencias de la supuesta partícula del "VIH". En el artículo de Armstrong y Horne hay algunas partículas más que a veces se refieren como "con aspecto viral", y otras veces como con aspecto retroviral, y cuya "morfología es acorde" al retrovirus tipo C, no a los lentivirus como se supone que es el VIH (Armstrong se retiró del hospital, pero me puse en contacto con Horne, quien me confirmó que se trataba de hecho partículas de tipo C). Más importante, partículas con morfología atribuidas al "VIH" se encuentran en los ganglios linfáticos de pacientes sin sida.

2. La condición absolutamente necesaria, pero no suficiente, que se debe satisfacer antes de utilizar "cebadores PCR" en cualquier test es probar que tales cebadores se originan a partir de una partícula retroviral. Puesto que no existe tal prueba, la única conclusión que un científico puede sacar es que nadie sabe qué está detectando una "PCR del VIH" positiva. Que esto es así lo confirman los propios fabricantes de los tests. Por ejemplo, Roche declara en su prospecto que "El test AMPLICOR VIH-1 MONITOR no está destinado a ser utilizado como una test de detección del VIH-1, o como un test de diagnóstico para confirmar la presencia de la infección VIH-1" (Roche Diagnostics, Branchburg, New Jersey, Art. 07 5623 7). Los expertos del VIH están de acuerdo. Por ejemplo, Rich et al dicen que "los ensayos de carga viral en plasma [ARN del "HIV"] están diseñados para controlar la eficiencia de las terapias antirretrovirales y para medir la cantidad de virus en pacientes con infección de VIH confirmada [test de anticuerpos positivo], no para el diagnóstico de la infección de VIH. Su funcionamiento en pacientes que no están infectados con el VIH es desconocido" y su uso lleva a un "diagnóstico erróneo de la infección por VIH". De este modo, los médicos como yo nos preguntamos como conciliar declaraciones tales como que "el ARN del VIH (ADNc) es el ARN de un retrovirus VIH singular" y que "los cebadores PCR de la actualidad son altamente específicos y sensibles" con otras como la PCR del VIH "no [esta diseñado] para el diagnóstico de la infección por VIH", porque esto llevaría a un "diagnóstico erróneo de la infección por VIH". No tiene ningún sentido que los resultados de la PCR se confirmen con los tests de anticuerpos, cuya especificidad nunca se ha determinado, y viceversa, que la especificidad de los tests de anticuerpos se confirme mediante la PCR, cuya especificidad es desconocida.

3. En mi opinión, los tests de anticuerpos constituyen el aspecto más importante en el VIH-sida. Esto se debe a que:

(i) usted reconoce que hay "virus existentes por naturaleza" (endógenos, virus no infecciosos) y que hay una muy alta frecuencia de recombinación de los genomas retrovirales. El "VIH" se ha "aislado" solamente en cultivos. Ya en 1988, los investigadores del CDC señalaron que "la técnica de cultivo determina la capacidad de las células infectadas de producir virus in vitro, pero no indica necesariamente el estado de la expresión de virus in vivo". Esto significa que incluso si se aisla un retrovirus de un cultivo, e incluso dicho aislamiento está de acuerdo con nuestros términos, tal hallazgo no prueba la existencia de este virus in vivo. El número limitado de estudios in vivo de microscopía electrónica falla en probar incluso la existencia de partículas de retrovirus en pacientes de sida, mucho menos de un retrovirus específico. La gran cantidad de estudios de genómica fallan en probar la existencia de en ni siquiera un solo paciente de sida del "genoma del VIH" de longitud completa. La existencia del VIH in vivo recae entonces en las reacciones antígenos-anticuerpos.

(ii) los tests de anticuerpos son los únicos tests utilizados rutinariamente para probar la infección de "VIH".

(iii) el único modo en que los defensores de la teoría del VIH del sida pueden defender su posición es la de reafirmar la correlación entre el sida y un test de anticuerpos positivo. En su publicación de Nature de 1990 con Harold Jaffe, donde usted "argumento en contra de la opinión de Duesberg", usted escribió: "Los datos de que el VIH causa el sida son epidemiológicos y virológicos, no moleculares ... el VIH es el factor común singular que es compartido entre los casos de sida en los hombres gay de San Francisco, las mujeres jóvenes bien nutridas en Uganda, los hemofílicos de Japón y los niños en los orfanatos de Rumanía".

Sin embargo, la correlación no prueba la causalidad, y cualquier "correlación" entre la infección por "VIH" y el sida es artificial. Antes de 1987, una banda de WB "específica de VIH" se consideró como prueba de la infección por VIH . Sin embargo, puesto que del 15% al 25% de individuos sanos sin riesgo tienen bandas de WB "específicas del VIH", se hizo necesario redefinir un WB positivo añadiendo una banda extra y seleccionando determinadas bandas. De lo contrario, al menos una de cada siete personas serían diagnosticadas como infectadas con el VIH (no obstante, en el MACS, permaneció una banda como prueba de infección por VIH en hombres gay hasta 1990). Por otro lado, aunque el sida comenzó a disminuir en 1987, esta tendencia fue contrarrestada por la adición de más y más enfermedades, y más recientemente, meras anomalías de laboratorio por cada revisión (1985, 1987 y 1993) de la primera definición del CDC de 1982. El efecto neto de estos cambios fue mantener la correlación entre los anticuerpos del "VIH" y el "sida" entre los grupos "de riesgo", mientras que el riesgo de un diagnóstico VIH-sida fuera de estos grupos fue pequeño. Esto se acentuó aún más evitando el hacer el test fuera de los grupos de riesgo. Sin embargo, cuando se realizaron estos estudios, por ejemplo:

(a) entre 89.547 especímenes de sangre testeados de modo anónimo de pacientes de 26 hospitales de los Estados Unidos cuidadosamente escogidos de no estar en riesgo de sida, se encontró que entre el 0,7% y el 21,7% de los hombres y entre 0 al 7,8% de las mujeres entre 25 y 44 años de edad fueron positivos al WB del VIH (se estima que aproximadamente el 1% de los hombres eran gays. Además, en los cinco hospitales con los índices más altos de anticuerpos del VIH, un tercio de los tests positivos fueron en mujeres. Sin embargo, los hombres superan en gran número a las mujeres como pacientes de sida).

(b) el US Consortium for Retrovirus Serology Standardization reportó que 127 de 1306 (10%) de individuos en "bajo riesgo" de sida, incluyendo "especímenes de centros de donación de sangre", tuvieron un test de anticuerpos positivo con el criterio de WB "más estricto" de los Estados Unidos (ver abajo). De este modo, la correlación entre los anticuerpos del "VIH" y el sida, que los expertos aceptan como la única prueba de que el VIH causa el sida, no es una estadística relacionada con la actividad natural desenfrenada de un virus, sino un artificio generado por la mente humana. Déjeme repetirle, la correlación no prueba la causalidad, y la artificialidad de esta "correlación" particular compromete seriamente cualquier análisis científico.

Aunque se dice que los "antígenos" utilizados en los tests de anticuerpos del VIH provienen de un retrovirus VIH singular, no es importante si uno tiene un único o "muchos test distintos", o lo que se utiliza como antígeno. Los antígenos utilizados en los tests serológicos de la sífilis y la mononucleosis infecciosa no provienen de los agentes causantes. Sin embargo, es absolutamente necesario tener tests que sean específicos. Es decir, mucho antes de la introdución de la prueba en la práctica clínica, el científico de laboratorio debe probar que los tests son positivos solamente en los individuos infectados. La especificidad de los anticuerpos del "VIH" para probar la infección por VIH se puede determinar solamente utilizando el aislamiento del "VIH" (purificación) como estándar oro. Esto no se ha hecho, y en la actualidad no se puede hacer puesto que nadie ha purificado el "VIH". Algunos de los mejores investigadores de los tests del VIH y el VIH-sida, como Philip Mortimer y William Blattner, confirman que esa es la clave, y que no hay pruebas de que haya "muchos tests distintos de anticuerpos específicos del VIH". Utilizando incluso la definición de aislamiento y purificación de usted, sigue siendo imposible que nadie haya determinado la especificidad del Western blot, el test de anticuerpos utilizado para "confirmar" todos los demás tests de anticuerpos. Esto es debido a que el WB no está estandarizado. Los criterios utilizados para definir un test positivo han cambiado a lo largo del tiempo (la US Food and Drug Administration ha tenido tres hasta el momento), y varían entre países o incluso entre los laboratorios de un mismo país.

Por cuestiones de espacio no puedo citar el gran volumen de datos considerando la no especificidad de los "tests de anticuerpos del VIH", pero estoy seguro que usted sabe dónde encontrar los datos pertinentes. Debido a esto, voy a limitar el debate a los problemas básicos asociados con la definición de los antígenos y anticuerpos del "VIH". Barré-Sinoussi et al y Gallo et al tomaron las proteínas que se concentraban a 1,16 g/ml, el virus "purificado", y las hicieron reaccionar con los sueros de pacientes de sida y aquellos en riesgo. Se dijo que las proteínas que reaccionaron con más frecuencia con algunos de los sueros eran las proteínas del "VIH", y los anticuerpos que reaccionaban eran los anticuerpos del "VIH". De tal reacción no es determinar el origen de un reactante, mucho menos de ambos.

Consideremos una situación muy ideal. En primer lugar, el 75% del material que se concentra a 1,16 g/ml tiene la forma de partículas ("enriquecidas") con todas las características morfológicas de los retrovirus. El 25% restante son microvesículas celulares y otros constituyentes celulares, bacterianos y virales. En segundo lugar, de los muchos anticuerpos presentes en los pacientes de sida y aquellos en riesgo, todos son "monoespecíficos", es decir, reaccionan solamente con el antígeno que los causa. Una reacción entre una proteína en la banda de 1,16 g/ml y un anticuerpo de los sueros prueba que la proteína está presente en el individuo y es inmunogénica. Pero no prueba el origen de dicha proteína, es decir, si la proteína es retroviral, viral, bacteriana o celular. Si nos acercamos más a la realidad, es decir, si usted acepta el hecho probado de que no existen los anticuerpos "monoespecíficos", que todos los anticuerpos son "poliespecíficos", es decir, que tienen reacciones cruzadas, entonces de tal reacción no se puede demostrar ni siquiera que la proteína esté presente en el individuo, o que el anticuerpo se dirija contra ella. La realidad es que:

(a) Barré-Sinoussi et al y Gallo et al no probaron que su banda de 1,16 g/ml contuviese ni siquiera una partícula con las características morfológicas de los retrovirus.
(b) Los pacientes de sida y aquellos en riesgo tienen una gran cantidad de anticuerpos, que incluyen auto-anticuerpos, y todos potencialmente tienen reacciones cruzadas. Esto significa que el origen más probable de las proteínas que se concentran a 1,16 g/ml es celular, o quizás bacteriano-viral, siendo el origen retroviral el menos probable. Lo mismo es también cierto para los anticuerpos. Protagonistas bien conocidos del VIH han mostrado que tanto las proteínas como los anticuerpos no son retrovirales. Supongamos que, aunque no hay ninguna prueba que la banda de 1,16 g/ml de Sinoussi and Gallo contuviese partículas retrovirales, sí contenía algunas proteínas retrovirales sin cuerpo. En este caso, si se comparan las proteínas que se concentran a 1,16 g/ml procedentes los cultivos infectados con "VIH", el virus "purificado", con las proteínas que se concentran a la misma densidad procedentes de cultivos no infectados, el virus "simulado", deberíamos esperar que el virus "purificado" muestre estas proteínas "extra".

En el conocido artículo de Virology de Bess y coautores de 1997, los autores tenían tres cultivos HUT-78 (H9), dos infectados y uno de control no infectado. Las proteínas del material concentrado a 1,16 g/ml de todos los cultivos, incluido el control (columna A), que llamaron "virus simulado", se compararon mediante electroforesis. Afirmaron que la única diferencia entre las tres tiras era que las tiras infectadas tenían bandas grandes de p24. Pero estas mismas bandas, aunque más débiles, están también presentes en la tira de proteínas del virus "simulado", y para ser proteínas del VIH deberían estar presentes únicamente en las bandas "infectadas". Cuando se les preguntó que probaran que la p24 en las tiras B y C eran proteínas del VIH, su respuesta fue que las etiquetas se añadieron a propuesta de los revisores para la comodidad del lector. Por tanto, Bess y sus colegas mostraron que en el virus "purificado" y en el virus "simulado" están presentes las mismas proteínas.

En sus esfuerzos para desarrollar una vacuna, y puesto que a los humanos no se les puede inyectar ni el VIH ni el virus "simulado", Bess y sus colegas inyectaron primero su virus "simulado" a macacos (es decir, fluidos de cultivo procedente del clon H9 no infectado de la línea de células HUT78 humana, "purificada" como lo sería para obtener el "VIH" o el "SIV"). Tras la inmunización inicial, a los animales se les dio potenciadores a las 4, 8 y 12 semanas. A las 14 semanas, a los monos se les puso SIV intravenoso preparado a partir de las mismas células humanas que el virus "simulado", y luego se monitorizó su seroconversión con el Western blot del SIV. Según los autores, el animal inmunizado con "virus simulado" "no tuvo seroconversión a las proteínas virales tras la aplicación intravenosa del SIV", y "estos resultados son la primera demostración de que la inmunización con proteínas celulares purificadas pueden proteger de la infección con el virus ... Se ha sugerido recientemente que la inmunización con aloantígenos podría servir como una vacuna que protega contra la infección por VIH. Nuestra demostración ... apoya este concepto".

El principio subyacente de la inmunización es la especificidad, es decir, para proteger contra el microbio "X" se debe exponer a la persona o al animal a material de "X", con el fin de que el sistema inmune genere anticuerpos específicos. Por ejemplo, la imnunización con la vacuna de la hepatitis no protege contra la poliomielitis. Puesto que los monos inmunizados con las proteínas derivadas de células humanas no infectadas quedan protegidos de la infección con "SIV" preparado a partir de las mismas células humanas no infectadas, el virus "simulado" y el SIV "real" deben ser idénticos. Si tal virus "simulado" y el "SIV" son el mismo sería de esperar que cuando se prepara el "SIV"en células antigénicamente diferentes, por ejemplo, células de mono, no habrá "protección". Esto es lo que, en realidad, Bess y sus colegas probaron en otro experimento. La única explicación lógica de estos datos es que reflejan respuestas inmunes a proteínas celulares. De este modo, las proteínas del SIV, y por inferencia las proteínas del VIH, no son nada más que proteínas celulares.

Todos los datos presentados hasta la fecha son consistentes con que las proteínas del "VIH" son celulares. Utilizando los anticuerpos del "VIH" como sondas, se han identificado proteínas del "VIH" en tejidos de individuos sanos repetidamente VIH negativo, como las plaquetas sanguíneas y células de la piel, timo, amígdalas y cerebro. Como muestra de la situación desconcertante de la teoría del VIH, al menos para este médico, mientras que no las proteínas del VIH no se pudieron encontrar en las placentas de 75 mujeres embarazadas VIH positivas, sí se pudieron encontrar en las placentas de 25 mujeres sanas VIH negativo.

También se ha reportado la detección de la p24 en receptores de transplantes de órganos. En un receptor de riñón (el donante fue negativo al antígeno p24) quien, a los tres días del transplante tuvo fiebre, debilidad, mialgias, tos y diarrea, todas las "muestras bacteriológicas, parasitológicas y virológicas resultaron negativas [incluyendo la PCR del VIH]. El único resultado positivo fue la antigenemia p24, positiva con kits de antígeno de Abbot, con títulos muy altos de 1000 pg/ml en ensayos policlonales y de 41 pg/ml en ensayos monoclonales. La antigenemia se pudo neutralizar completamente con antisuero anti-p24 de Abbot ... 2 meses tras el transplante, todos los ensayos de antígeno p24 pasaron a ser negativos, sin aparición de anticuerpos contra el VIH. Cinco meses tras el transplante, nuestro paciente siguió asintomático, su función renal es excelente, la antigenemia a la p24 sigue siendo negativa, y los anticuerpos al VIH siguen siendo negativos". Utilizando dos kits, el Abbot y el Diagnostic Pasteurm, en un estudio se detectó la p24 de modo transitorio en 12 de 14 receptores de riñón. Los títulos máximos oscilaron entre 850 a 200.000 pg/ml en los 7 a 27 días posteriores al transplante. Dos receptores de corazón y 5 de 7 receptores de médula ósea también fueron positivos, aunque los títulos fueron menores, oscilando entre 140 a 750 pg/ml. La desaparición de la p24 llevó más tiempo en los receptores de riñón (aproximadamente 6 meses) que en los receptores de médula ósea (aproximadamente de 4 a 6 semanas)".

Cuando en 1988 se advirtió que con la definición de aislmiento de Gallo et al, y de este modo la definición de usted, la frecuencia de aislamiento era baja, la definición se cambió. Desde entonces la detección en los cultivos de proteínas (puesto que los anticuerpos tienen reacciones cruzadas, las proteínas podrían ser otras distintas a la p24) que reaccionan con un anticuerpo a la p24 se considera como prueba de "aislamiento". Sin embargo, en 1992, Jorg Shupbach, el autor principal del tercero y coautor del cuarto de los artículos de 1984 publicados por el grupo de Gallo acerca del aislamiento del VIH, reportaron que todos los hemocultivos de 49 de 60 (82%) de "individuos presumiblemente no infectados pero serológicamente indeterminados, y 5 de 5 donantes de sangre seronegativos fueron positivos a la p24".

La falta de especificidad de el test de antígeno p24 es tan obvia que es aceptada por toda una autoridad en los tests del VIH, Philip Mortimer y sus colegas del UK Public Health Laboratory Service: "La experiencia ha demostrado que ni el cultivo del VIH ni los tests del antígeno p24 tienen mucho valor como tests de diagnóstico. Pueden no ser sensibles y/o no específicos".

Es interesante decir que, hasta el momento, los únicos datos de un modelo animal para el sida se han obtenido mediante estimulación alogénica, un procedimiento que lleva a la aparición de "partículas tipo C". Puesto que los individuos que pertenecen a los grupos de riesgo del sida están sometidos repetidamente a exposición aloantigénica, debería esperarse que estos individuos tengan un test de anticuerpos positivo, y no sería sorprendente que desarrollasen el sida, sin estar en contacto con ningún retrovirus VIH.

Teniendo en cuenta estos datos no es de extrañar que las compañías de biotecnología, como Abbott Diagnostics, incluyan en su prospecto que "En la actualidad no hay un estándar reconocido para establecer la presencia o ausencia de anticuerpos al VIH-1 en la sangre humana".

Era conocido antes de la era del sida que los tests de anticuerpos no se pueden utilizar para diagnosticar la infección con un retrovirus determinado. En 1974, Hans Gelderblom y sus colegas escribieron: "Mientras los antígenos de la envoltura del virus son principalmente específicos de la cepa del virus, la mayor parte de las proteínas internas del virión con peso molecular entre 10.000 d y 30.000 d son específicas de grupo (gs) para los virus que se originan de una especie de animal determinada (antígenos gs-spec.). Se encontró que la proteína principal constituyente de los oncornavirus de tipo C de mamífero, con un peso molecular en el orden de los 30.000 d, posee, ademas de antígeno gs-spec, un determinante antigénico que es compartido por los virus de tipo C de muchas especies de mamíferos, incluyendo monos, y se denominó así como antígeno gs entre especies (gs-interspec)". El hecho de que las proteínas con pesos moleculares entre 10.000 y 30.000 y los anticuerpos que reaccionan con ellos no son específicos a los retrovirus se ha demostrado ampliamente en la era del sida. Algunos ejemplos:

1. De acuerdo con el AID vaccine Clinical Trials Group, "La presencia de la banda p24 fue común entre voluntarios no infectados con bajo riesgo y complicó la interpretación de los resultados del test Western blot".
2. Si se considera que la banda p24 del WB es el resultado de una reacción específica, entonces aproxidamente el 30% de los individuos que son transfundidos con sangre negativa al VIH resultarían infectadas con el VIH.
3. A un hombre de 40 años, negativo a los antígenos del VIH, heterosexual y donante de sangre Rh negativo, se le pusieron seis inyecciones de 5ml de suero donado Rh positivo, administrado a intervalos de 4 días. Su "mujer e hijo fueron seronegativos al test ELISA del VIH". El suero del donante "resultó ser negativo en el ELISA de anticuerpos y antígenos del VIH". "La sangre tomada tras la primera inmunización resultó ser negativa en el ELISA de anticuerpos del VIH y en el ensayo de inmunotransferencia. Tras la segunda inmunización se monitorizó una señal débil del ELISA, ligeramente por encima del nivel de corte. Tras la tercera inmunización la señal fue fuerte, y la inmunotrasnferencia reveló una interacción nítida con las proteínas p17 y p55. Se monitorizó una señal aún más fuerte tras la quinta inmunización. La interacción con la p17, p31, gp41, p55 y algunas otras proteínas fue evidente".
4. 11 de 208 (5%) de donantes de sangre sanos y 10 de 50 (20%) de pacientes con sarampión, paperas, herpes simple, dengue y otras enfermedades virales tuvieron una banda p24 o una p18 en el test Western blot del VIH.
5. Las "proteínas del VIH (p17, p24)" aparecen en la sangre de los pacientes (previamente negativa en todos los marcadores del VIH) tras "transfusiones de sangre VIH negativa e irradiación UV del autoblood".
6. En 1991 Kion and Hoffman inyectaron, a ratones no infectados con el VIH, linfocitos T de otra raza de ratones no infectados con VIH. Los ratones receptores desarrollaron anticuerpos a las proteínas gp120 y p24 del VIH.
7. En 1991 Strandstrom y sus colegas reportaron que 72 de 144 (50%) muestras de sangre de perro "obtenidas del Veterinary Medical Teaching Hospital, University of California, Davis" y a las que se sometió a test con ensayos Western blot comerciales, "reaccionaron con una o más proteínas recombinantes del VIH [gp120 - 21.5%, gp41 - 23%, p31 - 22%, p24 - 43%]".
8. El año pasado se reportó que el 35% de los pacientes con cirrosis biliar primaria, el 39% de los pacientes con otros desórdenes biliares, el 29% de los que tenían lupus, el 60% de los pacientes con hepatitis B, el 35% con hepatitis C, todas ellas enfermedades distintas al VIH y al sida, tuvieron anticuerpos a la proteína "central" p24 del "VIH".

Sin embargo, hasta finales de 1987, momento en el cual se había hecho el test a la gran mayoría de los hemofílicos, gays y receptores de sangre, cualquiera al que se hiciera la prueba y se encontrara que tiene la banda p24 en el WB se le consideró como infectado con un virus mortal, y continuó creyendo y comportándose de ese modo incluso después de que se cambiaran los criterios. En 1987, el exsenador estadounidense Lawton Chiles, de Florida, contó en una conferencia sobre el sida cómo se informó a veintidós donantes de sangre que estaban infectados con el VIH sobre la base del test ELISA, con lo que siete acabaron suicidándose.

Antes de la era del sida existían pruebas de que los anticuerpos que reaccionaban con "proteínas de envoltura retrovirales", al igual que aquellos que reaccionaban con "proteínas de núcleo retrovirales", no eran específicos. El 31 de enero de 1975 Science publicó un artículo de Gallo y Gallagher titulado "Type C RNA Tumor virus isolated from cultured Human Acute Myelogenic Leukaemic Cells". A este virus de tumor de ARN de tipo C, o retrovirus, se le conoció como HL23V. Los datos respecto al aislamiento del HL23V sobrepasaban a los del VIH en al menos dos aspectos. A diferencia del VIH, Gallo y Gallagher:

a) informaron de la detección de actividad de transcriptasa inversa en leucocitos frescos, sin cultivar;
b) publicaron una micrografía electrónica de partículas con aspecto retroviral a una densidad de sacarosa de 1,16 g/ml.

Este estudio fue seguido por algunos artículos en Nature, incluyendo uno titulado "Infective transmission and characterization of a C-type virus released by cultured human myeloid leukaemic cells", con usted como coautor. En este estudio ustedes reportaron que "las partículas de tipo C del HL23V son infecciosas. El virus se puede propagar con altos títulos en varios tipos de células, y se describe un bioensayo cuantitativo. La producción de títulos sustanciales del virus nos ha permitido caracterizar el virus en detalle, y compararlo con, y mostrar, que se asemeja mucho al SSV de tipo C y su virus asociado (SSAV), previamente aislado de un fibrosarcoma de un mono choro. Pero nuestros datos sobre la eficiencia de plaqueo relativa en células humanas y 1283 células de tití, la inhibición de actividad de transcriptasa inversa mediante antisueros específicos, y los estudios de hibridación de ácidos nucléicos, sugieren que, aunque estrechamente relacionados, el virus HL23V-1 y el SSV no son idénticos ... un hecho interesante es que los virus SSV (SSAV) se obtuvieron de un mono choro que ha sido un animál doméstico, y por tanto estuvo en estrecho contacto con la población humana ... Si el virus HL23V-1 y el SSAV tienen en verdad un origen común, es factible que el mono fuese infectado por el virus humano". Gallo, usted y sus colegas llegaron a la conclusión de que "Los estudios serológicos preliminares indican que los anticuerpos contra el virus están muy extendidos en la población humana. Sin embargo, Panem et al han aislado varias veces un virus estrechamente relacionado a partir de células de embriones humanos normales, y Nooter et al describieron en alguna otra parte, respecto a este asunto, el aislamiento de un virus relacionado con el SSV a partir de células leucémicas humanas. Debemos tener en cuenta, sin embargo, que el aislamiento del virus a partir de células leucémicas no significa necesariamente que el virus esté etiológicamente relacionado con la leucemia. Actualmente hay tests en marcha para determinar si el virus tiene potencial oncogénico en los animales".

Los resultados de sus estudios serológicos que indicaban que "los anticuerpos contra el virus están muy extendidos en la población humana" se publicaron en 1977, donde ustedes concluyeron: "Los estudios serológicos presentados aquí, y los presentados por otros, proporcionan datos indirectos de que el modo de transmisión infeccioso sigue siendo una posibilidad real en humanos, y sugieren que la infección con un oncornavirus podría estar extremadamente extendida, aunque quizás no sea típicamente patógena".

En 1980, dos grupos de investigación, uno del Laboratory of Cellular and Molecular Biology, National Cancer Institute, y otro del Laboratory of Viral Oncology, Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, encontraron que los anticuerpos estaban "dirigidos contra estructuras de carbohidratos", y concluyeron que "Los resultados son consistentes con la idea de que los anticuerpos en cuestión se obtienen como resultado de la exposición a muchas sustancias naturales que poseen muchos antígenos de reacción cruzada, y no son el resultado de una infección generalizada de humanos con oncovirus de replicación competentes" (retrovirus). En 1981 Gallo aceptó las pruebas de que los anticuerpos que reaccionaban con las presuntas proteínas virales del HL23V estaban en verdad "dirigidas contra las partes de carbohidrato en la molécula que se introducen mediante la célula huésped como un evento post-transcripcional, y que son por tanto específicos de la célula y no específicos del virus". Este descubrimiento fue de tal importancia que en la actualidad nadie, ni siquiera Gallo, considera al HL23V como el primer retrovirus humano, ni siquiera un retrovirus. Mientras que el fin de los anticuerpos del HL23V, y de este modo del propio HL23V, se basó en las conclusiones de dos grupos de investigación que dijeron que los anticuerpos estaban dirigidos hacia partes de carbohidrato, como hemos señalado anteriormente hay numerosos estudios que muestran que este es también el caso de los anticuerpos del "VIH":

1."La mitad del peso molecular de la gp120 está representada por oligosacáridos oligomanosidicos ... Los anticuerpos policlonales a manano de levadura también reconocen la estructura de carbohidratos de la gp120 del virus del sida".

2. "Los determinantes inmunoquímicos de los factores antigénicos de Cándida albicans presentan una alta identidad con la glicoproteína (gp) 120 del VIH-1: contienen residuos terminales de manosa vinculados (1®2) y (1®3)".

3. Los anticuerpos a los mananos de Candida albicans "bloquean la infección de células H9 mediante el VIH-1", así como la unión de lectinas a la gp120.

4. El reconocimiento de la gp120 mediante anticuerpos a un péptido sintético del mismo antígeno fue "parcialmente suprimida si se absorbía con la fracción total de polisacárido de C. albicans", mientras que el reconocimiento de antígenos mediante anticuerpos a la "gp120 de virus linfotrópico de células T humanas tipo IIIB", "fue totalmente bloqueado". A partir de estos datos los autores concluyeron: "Estos resultados indican que los residuos de manano de C. albicans pueden servir como antígenos para elevar anticuerpos neutralizantes contra la infección por VIH".

5. "El suero humano normal contiene anticuerpos capaces de reconocer la parte de carbohidrato de glicoproteínas de la envoltura del VIH ... a partir de 100 ml de suero humano se recuperó aproximadamente 200 ug de MBIgG [MBIgG = lgG unida a manano] ... MBIgG se unió a las glicoproteínas gp160, gp120 y gp41 de envoltura del VIH".

6. Kashala, Essex y sus colegas han demostrado que los anticuerpos a carbohidratos que contienen antígenos como en lipoarabinomanano y el glicolípido fenólico, que constituyen la pared celular de la Mycobacterium leprae, una bacteria que "comparte varios determinantes antigénicos con otras especies micobacterianas", causan "reacciones cruzadas significativas con las proteínas pol y gag del VIH-1". Esto llevó a los autores a advertir que, entre los pacientes de lepra y sus contactos, hay una "tasa muy alta de resultados ELISA y WB del VIH falsos positivos", que "el ELISA y el WB deberían interpretarse con precaución cuando se hace el test a individuos infectados con M. tuberculosis u otras especies micobacterianas", y además que "el ELISA y el WB podrían no ser suficientes para el diagnóstico de VIH en las zonas endémicas de sida de África central, donde la prevalencia de enfermedades micobacterianas es bastante alto".

7. No solamente las micobacterias (M. leprae, M. tuberculosis, M. avium-intracellulare), sino también las paredes de todos los hongos (Candida albicans, Cryptococcus neoformans, Coccidioides immitis, Histoplasma capsulatum, incluyendo Pneumocystis carinii) contienen carbohidratos (manano). El cien por cien de los pacientes de sida (incluso aquellos que "no tienen cándida clínicamente") tienen anticuerpos C. albicans, lo que llevó a que investigadores de los hospitales St. Bartholomews and St. Stephen djesen que: "Es posible que la cándida pueda actuar como un cofactor en el desarrollo patente de sida en los individuos infectados con VIH". También podría ser de interés señalar que, en los hombres homosexuales, el único acto sexual que es un factor de riesgo de seroconversión es el coito anal pasivo (exposición al semen), y que la manosa está presente tanto en el esperma como el plasma seminal.

8. Puesto que los anticuerpos a mananos reaccionan con las "proteínas del VIH", entonces, como Essex y sus colegas 15 han señalado para la infección por micobacterias en África, debería esperarse que los sueros de todas las personas infectadas con hongos y micobacterias reaccionase cruzadamente con las "glicoproteínas del VIH-1", así como causar "reacciones cruzadas significativas con las proteínas pol y gag del VIH-1".

9. Investigadores de la Universidad de Roma inyectaron lipopolisacárido E.coli (LPS) a ratones sanos, e hicieron reaccionar sus sueros con dos péptidos sintéticos, uno comprendiendo el bucle V3 gp120 del "VIH-1 MN", y el otro "representando un epítopo inmunodominante de gp41". Los "ratones tratados con LPS mostraron una reactividad de anticuerpos significativa" con los dos péptidos. (V Colizzi et al., comunicación personal).

10. En el mismo estudio los autores reportaron datos de los sueros de sujetos VIH negativo con desórdenes autoinmunes. Se testearon mediante un ELISA específico la gp120 recombinante y un panel de péptidos sintéticos derivados de las secuencias de consenso de aminoácidos de la gp120, gp41, p24 del VIH, o algunas proteínas no relacionadas. "El primer conjunto de experimentos realizados en cuatro pacientes con síndrome de Sjorgern (SjS) y en cuatro pacientes con lupus eritematoso sistémico (SLE) reveló una reactividad anti-gp120 significativa en comparación con los controles VIH negativos sanos. Además, tal unión pudo ser casi completamente inhibida mediante la preincubación con gp120 libre. Se observó una reactividad anti-p24 significativa en 18 de 29 [62%] sueros de SjS pacientes, y en 13 de 25 [52%] de pacientes SLE, mientras que se observó anti gp41 en solamente 3 de 14 [21%] pacientes afectados por SjS y en 2 de 20 [10%] de pacientes afectados por SLE. Se realizaron análisis similares en el modelo murino de antoinmunidad, mostrando que los sueros de ratones MRL/lpr eran capaces de unir todos los péptidos relacionados con el VIH en modo dependiente de la edad. El análisis de un panel de péptidos no relacionados con el VIH mostró que los sueros SLE como MRL/lpr unen tanto péptidos relacionados como no relacionados con el VIH, mientras que los sueros SjS no lo hicieron". En otras palabras, los sueros que contienen autoanticuerpos reaccionan con las principales "proteínas del VIH": gp120, gp41 y p24.

11. Los mismos autores también informaron de resultados similares a partir de: (i) experimentos donde "Ratones CBA machos de dos meses fueron inmunizados durante 6 semanas con 50x106 células linfoides alogénicas, obtenidas de ratones machos BALB/c o B6"; (ii) "Sueros de 62 pacientes politransfundidos (al menos 10 transfusiones al año) con talasemia".

12. De modo similar, en 1991, Kion and Hoffman reportaron que "Ratones de los tipos autoinmunes MRL-lpr/lpr y MRL-+/+ fabricaron anticuerpos contra la gp120". Los ratones que se habían expuesto a linfocitos T de otra cepa murina mostraron fabricar anticuerpos contra la gp120 y la p24 del VIH.

Estos datos plantean las siguientes preguntas cruciales:

1. Teniendo en cuenta el hecho de que los individuos con infecciones por hongos y micobacterias tienen anticuerpos que podrían reaccionar con las "proteínas del VIH" en ausencia del "VIH", y que el E. coli es un comensal intestinal y una bacteria potencial de todos nosotros, ¿cómo puede uno afirmar qué:

(a) las reacciones entre anticuerpos de los sueros de los pacientes de sida y las proteínas presentes en los cultivos derivados de los tejidos de pacientes de sida, constituyen una prueba de que las proteínas que reaccionan son constituyentes de un retrovirus singular VIH, y que los anticuerpos son específicos a estas proteínas?

(b) la PCP, candidiasis, criptococosis, coccidioidomicosis, histoplasmosis, tuberculosis, o la enfermedad de micobacteria intracelular avium , es decir, la gran mayoría de las infecciones oportunistas (el 88% de los casos de sida diagnosticados entre 1988 y 1992 tuvieron una o más infecciones por hongos o micobacterianas) que significan tener sida están causadas por el VIH sobre la base de un test de anticuerpos positivo?

(c) un test de anticuerpos positivo en personas con infecciones por hongos y micobacterianas demuestra la infección por VIH?

Puesto que:

(a) los ratones y los pacientes con enfermedades antoinmunes (SjS y SLE), y los pacientes de sida comparten muchas manifestaciones clínicas e inmunológicas (autoanticuerpos);
(b) los pacientes politransfundidos con sangre alogénica y los ratones inyectados con células y proteínas externas desarrollan "anticuerpos del VIH" pero no están infectados con el VIH;

¿Por qué los hombres homosexuales, los usuarios de drogas intravenosas y los hemofílicos, que están todos expuestos a células y/o proteínas externas, no desarrollarían también "anticuerpos del VIH" sin estar infectados con el VIH?

En mi opinión, la prueba de que existe el VIH se basa en la creencia en un nexo entre una serie de fenómenos no específicos (partículas, transcripción inversa, reacciones antígeno-anticuerpo y PCR). Sostengo que esto no constituye más prueba que afirmar que un paciente fumador de cigarrillos con perdida de peso, fiebre, sudores y tos con sangre se viera afectado por una variedad hasta ahora desconocida y sin descubrir de cáncer de pulmón. Además sostengo que los datos epidemiológicos, lejos de "demostrar" que estos datos son debidos a los efectos de un retrovirus singular, hacen exactamente lo contrario. Ciertamente, como ya he sugerido en mi introducción, estos datos incitan a una reevaluación urgente de cómo y por qué tales datos no específicos se han interpretado como prueba de la existencia del VIH. El error que se ha cometido es la suposición de que encontrar anticuerpos que reaccionan con proteínas de cultivo prueba:

(a) que las proteínas son componentes de un retrovirus;
(b) que los anticuerpos reaccionan específicamente con estas proteínas;
(c) el aislamiento de un virus.

Que este no es el caso se sigue del seguimiento de una ciencia básica, y fue, para los retrovirólogos, la lección de la época del HL23V. Es sorprendente que cambiando unas pocas fechas, nombres y adjetivos en los artículos de la época del HL23V sea posible llegar a la época del VIH.



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